La Tribuna cumple hoy un mes de su regreso. Aprovechamos el momento para ratificar nuestra posición citada con aquel Editorial de apertura del pasado 21 de septiembre: Volvimos para acompañar las causas nacionales. Eso significa tomar posturas, que obviamente generan aplausos y críticas. Aclaramos que no buscamos la lisonja ni la adulación. Tampoco tememos a los prejuicios ni a las murmuraciones. Nos interesa el sano debate, que beneficia a la República.
En éste corto tiempo de regreso advertimos en nuestra agenda Editorial el apuro presidencial por contar con un fiscal amigo. Dijimos que en toda democracia, es el Presidente de la República quien primero debe rendir cuentas. Apuntamos que el Mitic es un fracaso como referente de la comunicación pública. Apuntamos la pugna entre EE.UU y China en el Cono Sur. Dejamos en claro que el contrabando es un negocio de grandes comerciantes, afirmamos que el Estado debe insistir en traer a Arrom, aseguramos que Brasil seguirá siendo Brasil gane Bolsonaro o Lula e hicimos reparos al Plan de Transformación del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC).
A dichas actitudes iremos agregando otras con el correr de los días. Asumimos que dentro de la libre expresión, las opiniones serán compartidas o rechazadas. Eso está bien, pues creemos en el disenso racional y equilibrado. Hasta podemos cometer errores en nuestras informaciones, pero en ellas nunca habrán malicia. Tampoco bajamos una línea Editorial con el ánimo de ser el centro de la noticia; el objetivo es construir una prensa con perfil bajo pero confiando de manera sacrosanta en el periodismo crítico y constructivo.
Para que no haya dudas sobre nuestra posición, ratificamos un mes después de la vuelta que seguiremos observando el proceso de selección del nuevo fiscal general de Estado, sostenemos que el Presidente debe rendir cuentas (También quien triunfe en el 2023), la pugna de poderes entre las potencias mundiales en el Cono Sur debe ser aprovechada para sacar lo mejor para el país y los implicados en secuestros deben poner la cara ante la Justicia paraguaya. Confiamos que el proyecto de MEC será revisado, así como los gastos que se hizo el MITIC al tiempo de reafirmar que más que Bolsonaro o Lula precisamos un Gobernante capaz de proteger de punta a punta a la República del Paraguay.
Nuestra conducta es parte de ese ADN que nació allá por 1925. Hay una historia de un periodismo que no se doblegó a los dictadores que ya no están, por lo que aprendices y mal remedo de esos liderazgos acomplejados no harán mella en nuestro espíritu. Nos queda agradecer a la gente que hace llegar las felicitaciones, a la que comienza a seguir nuestras páginas como también a ese grupo de personas que hacen llegar sus objeciones con el ánimo de darnos una mano. A todos, por igual, ¡muchísimas gracias!.