Con sus altas y bajas, con sus sostenidos y bemoles, con sus luces y sombras, otro año llega a su fin, dejándonos la característica ansia de realizar recuentos y balances. No es nuestra intención hacer un «resumen» del 2023, pero sí dejar constancia de que fue un año que representó la consolidación de este proyecto periodístico.
Como el ave fénix que resurge de sus cenizas, se cumplió un año desde el regreso del Decano de la Prensa Paraguaya a la palestra de los medios de comunicación, luego de que en 1983 las rotativas se detuvieran. El país ha cambiado considerablemente en su fisonomía en los últimos 40 años y, sin mencionar los avances tecnológicos, persisten los mismos problemas estructurales que no solo afectan al país, sino al mundo entero.
Desde La Tribuna, continuaremos enarbolando la bandera de un periodismo objetivo, pero sobre todo responsable con nuestros lectores y respetuoso con la verdad. Nos adaptamos a los nuevos tiempos, pero al mismo tiempo no renunciamos a la tarea de hacer de la credibilidad nuestro estandarte.
Somos conscientes de que aún queda mucho por hacer: Paraguay experimenta un crecimiento acelerado y es un país con un potencial inmenso y una población joven. Sus números macroeconómicos son envidiables en la región. Sin embargo, es necesario abordar las históricas asimetrías para lograr un crecimiento equitativo y con rostro humano. Ejercer con patriotismo la soberanía en las binacionales Itaipú y Yacyretá es clave para que Paraguay recupere sus años dorados que le fueron arrebatados.
El vasto Chaco paraguayo debe ser otro factor en ese anhelado progreso. La tierra que nuestros héroes defendieron debe ser el motor de nuestro desarrollo. Desde La Tribuna, deseamos a las familias paraguayas un feliz inicio del 2024, un año cargado de desafíos y cosas buenas. Levantemos las copas, miremos al cielo, agradezcamos estar vivos y recordemos con cariño a quienes se nos adelantaron. Pidamos que la patria soñada se haga finalmente realidad.
Salud, ¡y adelante!