El operativo Dakovo marca un hito en la lucha internacional contra el tráfico de armas, llevándose a cabo a través de una coordinación sin precedentes entre las fuerzas de seguridad de Paraguay, Brasil y Estados Unidos. Tanto en Brasil como en Paraguay se ejecutaron 20 allanamientos simultáneos y 1 en Estados Unidos. Este esfuerzo conjunto resultó en una serie de detenciones y decomisos, además de revelar a los miembros de la organización que traficaba ilegalmente con armas. Se busca desmantelar una extensa red que opera con armas y municiones, las cuales finalmente terminarían en manos de peligrosos grupos criminales de Brasil.
Una vez más, nuestro país es protagonista estelar de un entramado de proporciones titánicas. La DIMABEL y varios de sus funcionarios se encuentran implicados, al igual que varios altos mandos militares. Incluso, el operativo reveló conexiones sorprendentes al implicar al primo del expresidente Mario Abdo, según indican medios brasileños, quien había sido comisionado a dicha repartición durante su gobierno. Este tipo de datos arrojan luz sobre la complejidad y la infiltración de esta red en diferentes estratos gubernamentales.
La magnitud de los allanamientos realizados subraya la urgencia de abordar la proliferación de armas ilegales y sus consecuencias para la seguridad ciudadana. La corrupción reinante en las instituciones paraguayas alimenta de armas a los grupos criminales más peligrosos de la región. Únicamente mediante la colaboración entre agencias de aplicación de la ley y mediante el fortalecimiento de los mecanismos de control y vigilancia, Paraguay podrá salir del nefasto círculo del tráfico de armas.
El impacto del operativo Dakovo se extiende más allá de las detenciones y decomisos, ya que envía un fuerte mensaje de que la comunidad internacional está hastiada de las actividades ilícitas que amenazan la paz y la seguridad de la región, y las cuales son facilitadas por nuestro país. A lo largo del proceso investigativo, se podrán dilucidar las interrogantes sobre las implicancias de otros funcionarios, y se podrán detectar las múltiples falencias de los controles y la necesidad de abordar las raíces del tráfico de armas, incluyendo la corrupción y la falta de regulación.
Debemos comprender que los efectos de los actos de corrupción vuelven, y su eco vuelve a resonar en nuestro país. Los cómplices del tráfico de armas no son más que proveedores del PCC y del Comando Vermelho de Brasil, organizaciones criminales que mantienen constantemente en vilo a Paraguay y que han protagonizado nefastos atentados en nuestras tierras.