El Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica fue creado para prevenir y combatir el lavado de activos, financiamiento del terrorismo e ir contra la proliferación de armas de destrucción masiva. Todo observador agudo sabe que el tráfico de drogas significa lavado y eso da pie al terrorismo. Por eso, las cargas de cocaína que no son vista por las Aduanas paraguayas están en la mira de Gafilat.
La citada organización es intergubernamental de base regional que agrupa a 18 países de América del Sur, Centroamérica y América del Norte. A través del compromiso, se espera la mejora en las políticas nacionales contra el narcotráfico y lavado de dinero. Un gobierno flojo, cuya Aduanas es flexible o cómplice con los flagelos citados se considera que no coopera, como debe ser, entre los países miembros.
Paraguay, como socio de Gafilat, se adhiere a las recomendaciones emitidas por el organismo. Hay buenas prácticas y un estándar internacional en materia de prevención y combate del narcotráfico que tienen que ser acatados. Sin embargo, ante las cadenas de cargas detectadas en los puertos europeos, se puede presumir que el país no lo hace, como debe ser a nivel mundial.
Las cosas hay que decirlas tal cual son: El gobierno de Mario Abdo Benítez es responsable de la imagen de país narco que tiene Paraguay hoy ante el mundo. Ese estigma lo lleva él tras finalizar su mandato éste 15 de agosto. Ya a la administración de Santiago Peña corresponde corregir el hueco cómplice que hay en los puertos y Aduanas de control. De lo contrario, hay un riesgo que la Nación guaraní sea parte de nuevo de la lista gris. Todo por su opaca labor en el combate al narcotráfico y lavado de activos.
