El anuncio del Banco Central del Paraguay (BCP) de reducir las comisiones por pagos con tarjetas de crédito y débito al 4 % y 3 %, respectivamente, a partir de julio de 2025, representa un enorme avance para los pequeños comerciantes y el sector de las mipymes. Esta medida, largamente esperada por los emprendedores, podría aliviar los costos operativos de los negocios y contribuir a mejorar sus márgenes de ganancia.
Sin embargo, este esfuerzo debe ir acompañado de una estrategia más amplia para fortalecer la inclusión financiera en el país. Reducir las comisiones es un paso positivo, pero insuficiente si no se eliminan las barreras estructurales que dificultan la bancarización de las mipymes. Muchos pequeños empresarios siguen enfrentando obstáculos burocráticos para abrir cuentas y acceder a créditos, lo que limita su crecimiento y fomenta la informalidad.
Es urgente que el BCP y las entidades financieras trabajen en conjunto con el sector mipymes para facilitar su acceso al sistema bancario. La reglamentación de la Ley de Mipymes, aprobada en diciembre de 2024 y aún pendiente de implementación, podría ser una herramienta clave en este proceso. Su aplicación efectiva permitiría a miles de pequeñas empresas formalizarse, reducir costos administrativos y acceder a incentivos fiscales.
Paraguay debe avanzar hacia una mayor digitalización y educación financiera. Aún existe una reticencia considerable al uso de medios de pago electrónicos, ya sea por falta de conocimiento o por temor a la tecnología. Campañas de concienciación y capacitación pueden desempeñar un papel clave para cambiar esta realidad, promoviendo los beneficios de la bancarización y la seguridad que ofrece el dinero electrónico frente al efectivo.