La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles a productos de Canadá y México, así como el aumento de tarifas sobre productos chinos, ha generado un clima de incertidumbre en los mercados internacionales. Como respuesta, las naciones afectadas han comenzado a adoptar medidas similares, fortaleciendo tendencias de proteccionismo que redefinirán el comercio global. Para Paraguay, esta situación plantea tanto desafíos como oportunidades que deben ser analizados con visión estratégica.
En un contexto en el que los productos de Canadá y México enfrentarán incrementos arancelarios de hasta el 25%, Paraguay podría beneficiarse posicionando sus exportaciones como una alternativa viable en el mercado estadounidense. De acuerdo con datos de la Red de Importaciones y Exportaciones (Rediex), existen al menos 65 productos canadienses y 56 mexicanos que podrían ser reemplazados por productos paraguayos, incluyendo bebidas alcohólicas y textiles, sectores en los que el país ha logrado una destacada calidad reconocida internacionalmente.
Sin embargo, aprovechar estas oportunidades requiere agilidad por parte del gobierno y del sector empresarial. No solo se trata de aumentar exportaciones hacia Estados Unidos, sino de diversificar los destinos comerciales. Las restricciones impuestas por China a productos estadounidenses abren la posibilidad de que Paraguay fortalezca su presencia en ese mercado con bienes agropecuarios que, en este nuevo escenario, podrían volverse más competitivos.
A pesar de las oportunidades, los riesgos asociados no deben ser ignorados. La dependencia de Paraguay del comercio internacional lo expone a fluctuaciones económicas globales que podrían afectar su estabilidad. El clima de incertidumbre generado por estas disputas arancelarias puede frenar inversiones extranjeras y reducir el dinamismo del sector exportador paraguayo. Por ello, es esencial que Paraguay no solo reaccione a corto plazo, sino que desarrolle estrategias sostenibles que fortalezcan nuestra competitividad y reduzcan nuestra vulnerabilidad ante estos vaivenes económicos.
En este marco, la coyuntura global también debe ser vista como un llamado a la acción para establecer nuevas alianzas estratégicas. Paraguay ha demostrado que puede consolidar mercados alternativos en Asia, como el caso de Taiwán, que se ha convertido en un socio clave para la industria cárnica nacional. En febrero de 2025, Taiwán adquirió 7.250 toneladas de carne paraguaya por un valor de 42,94 millones de dólares, reflejando un crecimiento del 120% en comparación con el mismo período del año anterior. Este tipo de expansión debe servir como modelo para explorar nuevos destinos y reforzar la diversificación de mercados.
El comercio internacional está en plena transformación y Paraguay no puede permitirse una actitud pasiva. Las crisis globales pueden convertirse en oportunidades para aquellos países que logren adaptarse con rapidez y visión de futuro. En un mundo donde los intereses priman sobre las amistades, es momento de que Paraguay fortalezca su presencia en mercados estratégicos y construya una política comercial inteligente que garantice beneficios sostenibles para el país y su gente.