El viceministro de Industria, Marco Riquelme, en un informe publicado en nuestro portal, ofrece un análisis detallado sobre la situación industrial del país, destacando un punto fundamental: Paraguay debe dejar de ser solo un exportador de materia prima y avanzar hacia su procesamiento e industrialización. La competitividad del país dependerá de su capacidad para agregar valor a sus recursos y consolidar una industria fuerte y sostenible.
Para ello, Riquelme señaló factores clave que deben ser abordados con urgencia. Primero, la capacitación del capital humano es esencial para garantizar que la industria nacional cuente con la mano de obra calificada que exigen los tiempos modernos. La educación técnica y la formación en innovación deben ser prioritarias en la agenda pública para responder a las necesidades del sector industrial.
Otro aspecto fundamental es el fortalecimiento de las industrias tradicionales. Muchas de ellas han quedado rezagadas por la falta de apoyo y de incentivos adecuados, además del impacto devastador del contrabando, que ha golpeado a numerosos sectores productivos. En este sentido, la revalorización del consumo de productos nacionales debe convertirse en una política de Estado. La campaña «Consuma lo que el Paraguay produce» debe ser relanzada con mayor énfasis, pues la industria paraguaya cuenta con productos de calidad que pueden competir en el mercado si se les otorga el respaldo adecuado.
El viceministro también enfatizó la necesidad de un ordenamiento urbano y territorial coherente, que contemple la adecuada ubicación de zonas industriales y habitacionales. La falta de planificación ha generado conflictos entre comunidades y empresas, dificultando el crecimiento industrial. Es fundamental que gobernadores, intendentes y concejales trabajen en conjunto para definir estrategias claras que permitan un desarrollo ordenado y sostenible de la industria nacional.
El factor ambiental no puede quedar de lado. La industrialización debe ir de la mano con una adecuada disposición de residuos, evitando impactos negativos en el entorno. La sustentabilidad es clave para garantizar que el crecimiento económico no se dé a expensas del bienestar de las comunidades y el equilibrio ecológico.
Las palabras del viceministro Riquelme evidencian un conocimiento profundo sobre lo que se debe hacer para transformar la matriz productiva del país. Sin embargo, el desafío más grande es la implementación de estas ideas. Paraguay tiene una oportunidad histórica para dar un giro hacia la industrialización y generar empleo, competitividad y crecimiento económico sostenido. Ahora es momento de convertir estos planes en acciones concretas, con una política industrial clara y sostenida en el tiempo. De lograrlo, estaríamos marcando un antes y un después en la historia del desarrollo nacional.