Nuestro país comenzó a dar un paso trascendental hacia la sostenibilidad y la protección del medio ambiente con la entrada en vigor del Decreto N.º 3.241/25, que establece nuevas especificaciones técnicas para los combustibles. Esta normativa, impulsada por el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) con la participación de diversos sectores, es sin lugar a dudas, un importante avance en la política ambiental del país.
Por décadas, la calidad de los combustibles comercializados en Paraguay ha sido un punto de crítica tanto a nivel local como internacional. Los altos niveles de azufre y otros componentes contaminantes no solo afectaban la salud de la población, sino que también contribuían al deterioro ambiental. El nuevo decreto, que fija un máximo de 100 ppm de azufre y regula el contenido de MTBE y manganeso, coloca al país en la senda de los estándares internacionales. Esta medida, contribuirá a mejorar la calidad del aire que respiramos, y paralelamente reducirá los efectos dañinos en el ecosistema.
Según reconoce el mismo ministerio, esta nueva regulación se concreta gracias a la participación activa de diversos gremios, la Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines (APESA), Petropar y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES).
Es interesante, cuando quienes deberán poner en práctica las nuevas normativas hayan formado parte del proceso de formulación. Pero al mismo tiempo, es fundamental que los consumidores también sean conscientes de la importancia de estas medidas y apoyen el uso de combustibles más limpios.
En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, Paraguay ha demostrado que es posible avanzar hacia un futuro más sostenible sin sacrificar el desarrollo económico. Este decreto no solo alinea al país con las mejores prácticas internacionales, sino que también refuerza su compromiso con la salud y el bienestar de sus ciudadanos.
