Gracias a un proyecto financiado por el Banco Mundial, se procedió a la refacción de escuelas emblemáticas e institutos de formación docente, y el Ministerio de Educación y Ciencias está realizando una observación del estado de esos trabajos. Es interesante, que se haya aprovechado las vacaciones escolares para llevar a cabo estas refacciones, una estrategia que, de ser efectiva, permitirá un regreso a clases menos problemático y más favorable.
Históricamente, el comienzo de clases ha traído consigo una serie de quejas por parte de los padres sobre las lamentables condiciones en las que se inician las actividades escolares. Estamos exactamente a un mes del inicio del año lectivo, lo que da tiempo para que se puedan realizar las correcciones en todas las instituciones educativas, que así lo requieran.
No podemos olvidar que la calidad de la infraestructura escolar influye considerablemente en la calidad educativa. Los niños paraguayos merecen escuelas en inmejorables condiciones. Más aún si consideramos la exorbitante cantidad de recursos que ya fueron desembolsados para la excelencia educativa, proveniente de los recursos del Fonacide, que desde el año 2012 viene distribuyéndose a diferentes instituciones, entre ellas gobernaciones y municipalidades, y que debieron ser destinados para la mejora de la infraestructura escolar.
A un mes del inicio de las clases, es imperioso que se realice una inspección exhaustiva de las escuelas antes de volver a las aulas. Con esta iniciativa se podrá garantizar un regreso a las escuelas con las condiciones adecuadas, lo que a su vez permitirá a los docentes y estudiantes convivir en un ambiente propicio para el aprendizaje.
Es momento de que todos los involucrados tomen conciencia de la importancia de crear un entorno escolar que facilite el desarrollo integral de nuestros estudiantes.
Esperamos, que el año lectivo 2025 se inicie sin las repetidas quejas de los padres y alumnos de acudir a clases con aulas y pupitres deteriorados. Probablemente, estamos todavía a tiempo.