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domingo, 22 de diciembre de 2024
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El reto de la Caminera

Con la llegada de las fiestas de fin de año, la Dirección Nacional de la Patrulla Caminera (DNPC) anuncia el inicio de su operativo especial “Fin de Año 2024”, que busca, en teoría, garantizar la seguridad vial en un periodo caracterizado por el intenso movimiento vehicular en todo el país. El despliegue incluye 487 inspectores, equipamiento moderno y una logística aparentemente robusta para controlar velocidades, alcohol en sangre y maniobras indebidas. Pero el anuncio de este operativo plantea una pregunta clave: ¿será esta vez diferente o simplemente otro operativo “opan dulce”?

    La Patrulla Caminera arrastra una lamentable reputación cimentada en años de prácticas cuestionables. En la jerga popular, el “opan dulce” no evoca precisamente solidaridad navideña, sino las coimas y los aprietes que algunos de sus uniformados imponen a los conductores. Esta fama, aunque repudiable, no es infundada. Históricamente, los operativos viales nunca lograron posicionarse como herramientas efectivas de prevención de accidentes, sino como un medio para alimentar la corrupción que sigue lacerando a esta institución.

    El nuevo operativo promete un cambio, con controles más estrictos y la colaboración interinstitucional del Ministerio Público, la Policía Nacional y otras entidades. Es de esperar que este control conjunto sea una garantía para que los controles realmente sean efectivo y que contribuyan a dar mayor seguridad en las rutas en estas fechas tan sensibles para la población.

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    El país merece una Patrulla Caminera que actúe con ética y profesionalismo, donde los controles sean disuasorios y preventivos. El inicio de este operativo representa una oportunidad para que la institución recupere su credibilidad.

    La seguridad vial no debe ser un discurso vacío ni una excusa para perpetuar prácticas corruptas. Este fin de año, la Patrulla Caminera tiene la oportunidad de demostrar que puede reinventarse y priorizar la vida y la seguridad por sobre intereses mezquinos. Ojalá, al culminar este operativo, hablemos de menos accidentes y mayor seguridad en la ruta. Es el momento de dejar atrás la triste fama y construir una imagen renovada que beneficie a todos los paraguayos.