El sistema de transporte público en el Área Metropolitana de Asunción es sin duda un dolor de cabeza histórico para miles de usuarios. La ausencia de una infraestructura moderna, la falta de regularidad, y un evidente deterioro del servicio han convertido a esta experiencia en una verdadera odisea cotidiana, de la fuerza laboral y estudiantes de la zona Central.
Ahora, el Viceministerio de Transporte (VMT) anuncia la implementación de un servicio nocturno, a partir del 2025, que pretende ofrecer una alternativa confiable para cubrir la franja horaria entre las 23:00 y las 04:00. Esta iniciativa podría ser un avance considerable, pero solo si realmente logra materializarse y ofrecer el servicio que tanto se necesita.
Para miles de compatriotas que trabajan hasta altas horas de la noche, el transporte público en horario nocturno podría significar una mejora palpable en su calidad de vida y un alivio económico. Actualmente, muchos usuarios se ven obligados a depender de plataformas de transporte, taxis o incluso a adquirir vehículos propios para poder desplazarse de noche, lo cual golpea duramente el presupuesto familiar. Además, este servicio puede abrir la posibilidad de que más ciudadanos disfruten de la vida nocturna que la capital y sus alrededores ofrecen, beneficios hasta ahora reservados para quienes cuentan con vehículo propio.
Este efecto positivo no sería solo para los usuarios; tendría un impacto favorable en los locales nocturnos, que podrían ver un aumento en la afluencia de clientes. Un servicio nocturno confiable y seguro podría generar un efecto dominó en la economía de los barrios, impulsando actividades culturales, gastronómicas y recreativas. Sin embargo, todo depende de que este proyecto se ejecute con la seriedad y responsabilidad que la ciudadanía merece.
La experiencia de los usuarios con el transporte público en el área metropolitana históricamente ha sido lamentable. Los buses son anticuados, los horarios poco seguros y el servicio, a menudo, no está a la altura de las expectativas mínimas.
El gobierno ha anunciado recientemente un plan de reforma integral del transporte, una iniciativa ambiciosa que también abarca el horario diurno. En editoriales anteriores, ya habíamos señalado y lo volvemos a repetir, es momento de poner un punto final al problema del transporte público y terminar con el historial de padecimiento de los usuarios. La administración de Santiago Peña tiene la oportunidad de dejar como legado la transformación del servicio y terminar de una buena vez con el viacrucis diario de miles de compatriotas.