El Partido Colorado se erige sin lugar a duda como una de las grandes instituciones del Paraguay. Es innegable e indiscutible su trascendencia en la historia de la República. Claramente la ANR ha sabido guiar los designios del país durante mucho tiempo, y por lo que se puede percibir, seguirá haciéndolo por mucho tiempo más.
La Asociación Nacional Republicana (ANR) celebra el día de hoy un nuevo aniversario que no solo denota su longevidad institucional, sino también su papel fundamental en la política paraguaya. Fundada el 11 de septiembre de 1887, la ANR ha sido la fuerza política dominante en el país durante gran parte de su historia. Con más de 130 años de existencia, ha sido testigo de profundos cambios políticos y sociales, y ha demostrado una capacidad notable para adaptarse y mantener su influencia por décadas y décadas.
El Partido Colorado ha gobernado Paraguay por más de seis décadas en total, incluyendo un extenso período de dictadura bajo Alfredo Stroessner, que duró 35 años. Durante ese tiempo, la ANR se consolidó como el eje central del poder político del país, aunque también fue duramente criticada por las violaciones a los derechos humanos y la represión de la oposición.
A pesar de la caída del régimen en 1989, el partido ha logrado mantenerse como la principal fuerza política de Paraguay, alternando una sola vez en el poder y conservando siempre una presencia mayoritaria en el gobierno y el Congreso.
La clave de la supremacía de la ANR radica en su estructura organizativa y su arraigo en amplios sectores de la sociedad paraguaya, desde las bases rurales hasta las elites urbanas. Su capacidad para movilizar a su militancia y adaptarse a los nuevos tiempos políticos ha sido notable, convirtiéndolo en un partido que ha sabido sobrevivir a crisis internas, escándalos de corrupción y momentos de gran inestabilidad. En un país donde la política sigue siendo un ámbito altamente polarizado, la ANR se presenta, hoy más que nunca, como el actor político más influyente de Paraguay.
Este aniversario toma al partido Colorado unido, aunque con una pequeña disidencia vestigial del gobierno anterior. Con relación a la oposición, lo encuentra mejor que nunca, más que por habilidad de los colorados, por la inaudita inoperancia de los representantes opositores de todos los partidos. Respecto a sus detractores, lo encuentra firme. Detractores han existido siempre, aunque últimamente las campañas anti ANR han aumentado y subido de tono, sin embargo han sido ineficaces para privarla de mantenerse en el poder.
También este aniversario colorado encuentra un partido con múltiples desafíos. Parecería ser la primera limpiar su nómina de actores involucrados en supuestos graves hechos criminales. Sin embargo, el mayor desafío sería adecuar sus formas a la política del futuro. El tradicionalismo que caracteriza al partido colorado deberá flexibilizarse a fin de captar adeptos hoy adolescentes y futuros votantes. Así, la clave del futuro político nacional se hace visible, conectar de manera genuina con el electorado joven, que se muestra cada vez más crítico con la política tradicional. Aunque la ANR ha dominado la escena política paraguaya por décadas, la dinámica social ha cambiado, y las nuevas generaciones buscan representaciones políticas más allá de lo tradicional, acaso más inclusivas y comprometidas con los problemas contemporáneos.
Si la ANR logra modernizarse y conectar con las demandas de los jóvenes, no solo consolidará su posición como el partido más influyente de Paraguay, sino que también podrá garantizar su relevancia en el siglo XXI.