La cantidad de altos funcionarios de los Estados Unidos que llegaron al país en los últimos tiempos revelan el interés que tiene ese poderoso país hacia el nuestro. Obviamente, lo más trascendente para el Norte es la seguridad regional. En ese contexto, posiblemente el único aliado confiable para ellos sea el Paraguay, más ahora con la ofensiva de China de ganar influencia en el Cono Sur, que cuenta con la venia de Argentina, más claramente, y de Brasil, de manera más disimulada.
Lo afirmamos en el Editorial de ayer y lo reafirmamos hoy, la mirada de ambas potencias en la Hidrovía es una oportunidad para la República. Lo que queda claro es que el gobierno de Biden tiene clara película de la importancia de Paraguay. Lo que no deja dudas es que el Gobierno nacional no tiene un plan de Estado de modo a que haya una contrapartida que beneficie, de manera justa y equitativa, a la Nación guaraní.
Desde la visita de Richard Nephew, coordinador anticorrupción en octubre del 2022, vinieron 10 delegaciones de altos funcionarios de los Estados Unidos. Ayer nomás el Canciller nacional era recibido en el mismísimo Departamento de Estado y hace horas Mario Abdo daba un apretón de manos al segundo de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos.
Qué indican esas visitas y por qué las puertas abiertas a las autoridades nacionales, son interrogantes que merecen una seria reflexión. Posiblemente la respuesta sea que Biden y sus estrategas saben lo que representa Paraguay en ese juego geopolítico con China. Sin embargo, por lo que vemos y leemos en las informaciones oficiales, los referentes nacionales solo se conforman con las fotos, y, posiblemente, algún pedido personal y de grupo.
Paraguay, volvemos a reiterar, debe sacar su legítima tajada, para lo cual debe plantar una imagen nacional y de Estado para que la relación de socios sea de igual, en todo lo que concierne a lo que pone la Nación guaraní y lo que debe disponer por su lado EE.UU. Eso de las cooperaciones, que vienen de años, poco o nada ayudaron al Paraguay. Más bien beneficiaron a las Ongs y a los que están en el poder de turno.
Paraguay precisa asegurar su comercio con los Estados Unidos. Requiere apoyo serio para dinamizar su economía. Necesita de un aliado que le sirva realmente, hasta para frenar los embates de los socios dentro del Mercosur. La alianza debe generar provecho al Paraguay. Es casi imposible que los gobiernos de Brasil y Argentina se estén conformando sólo con salir en las fotos con Pekín. Ellos están jugando una relación de multimillonarios proyectos y proyección a muy largo plazo, por lo que Paraguay no puede seguir siendo infantil en sus relaciones internacionales.
