Los datos sobre las razones de los accidentes son categóricos. Los costos de dicha inoperancia son altos para el erario público. Cualquier autoridad que ama la vida ya hubiera intervenido la Dirección Nacional de Transporte (DINATRAN), pues suma y sigue la cadena de dolor y luto por las rutas del país. La Tribuna en su edición de ayer y en la fecha revela como los percances ruteros, en altísimo porcentaje, son por culpa del nulo o pésimo control de la citada entidad.
Esperamos que las autoridades públicas reaccionen ante lo doloroso que resulta comprobar que en alto número los tragedias en las rutas tuvieron como causa el indolente control de la DINATRAN. Sin ánimo de exagerar, pero en un intento de mostrar la gravedad del tema, es razonable decir que en muchas de las muertes y heridas graves, atribuibles a fallas en el sistema de frenos, la Dirección Nacional de Transportes, por su ineficacia, es cuasi autora de dichas desgracias.
Las inspecciones técnicas vehiculares, si las hacen, terminan no sirviendo para evitar accidentes. Más de uno de nuestros lectores entenderá que toda la deficiencia o «flexibilidad» es porque desde la misma DINATRAN se deja fluir la famosa coima para que hasta las chatarras puedan circulan. Ellas son verdaderas bombas con olor a muerte.
Hay una secuela de complicidad en los accidentes ruteros, que involucra a la Policía Caminera, a la Policía Nacional y hasta a la Fiscalía. Poco o nada se verifica si los camiones de gran porte cuentan con habilitación o ITV en vigencia. Los famosos alcotest quedan cortos cuando esos conductores están al mando de camiones, autos y transporte público con los frenos caídos o a punto de ceder. Tan responsable como la DINATRAN es el Viceministerio del Transporte, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Es otro ente público con buen presupuestos, que también es cómplice de la sangre derramada sobre las rutas de la República.
A simple vista se puede comprobar que hay hasta camiones de 40 o más años, que continúan circulando. Obviamente pasan las instancias de control con la famosa coima de por medio. El sistema de Inspección Técnica Vehicular (ITV), creado por la Ley Nº 3850/09, es letra muerta. Pues DINATRAN, con su actual conducción, es una amenaza en el control del tránsito terrestre por rutas y carreteras, pues deja movilizar vetustos y arcaicos vehículos, que luego terminan siendo noticias en las páginas policiales de diarios impresos, digitales, noticieros y radios. Aunque, lastimosamente, los reportes de la prensa, en la mayoría de los casos, no van a la causa, que es la Dirección Nacional de Transporte.