Tras la pausa impuesta por la pandemia, este año volverán en todo su esplendor en la mejor tradición de multitudes vestidas de blanco, música, show de fuegos artificiales y celebraciones callejeras a lo largo de todo el país.
Río de Janeiro es la sede de la fiesta de Reveillon más multitudinaria y conocida de Brasil: como sucede cada año, casi tres millones de personas se concentrarán en la arena de la playa de Copacabana a esperar el fin de año y corear la cuenta regresiva para el 2023. Para que nadie se quede sin disfrutar, la fiesta se replica en siete puntos de la ciudad y sus alrededores: en la playa de Flamengo, Piscinão de Ramos, IAPI de Penha, playa de Sepetiba, playa de Bica (Ilha do Governador), playa de Capela y la playa da Moreninha.
La celebración tiene una fuerte carga simbólica y al contrario de lo que puede pensarse, suele ser pacífica y familiar, con gran despliegue de seguridad y una energía contagiosa; después de la quema de fuegos artificiales, los shows se extienden a lo largo de la madrugada con tres escenarios ubicados en distintos puntos de Copacabana.
Quienes no están alojados en la zona deberán caminar un buen trecho, porque los accesos vehiculares a Copacabana suelen estar cerrados en las horas previas, así que conviene llevar calzado cómodo, algún refrigerio y disponerse a disfrutar del espectáculo. Quienes no desean sumergirse en la multitud, cuentan con múltiples opciones de fiestas privadas en hoteles ubicados en la costa (en algunos casos no hace falta estar hospedado), restaurantes y símbolos de la ciudad como el Museo del Mañana o el Jockey Club.
Según estadísticas de la empresa Decolar.com divulgadas la primera semana de noviembre, Río de Janeiro es el destino brasileño más demandado para las fiestas de fin de año por parte de turistas locales e internacionales, seguido de Recife, la capital del estado de Pernambuco.
En Recife las fiestas de fin de año -con su tradicional show pirotécnico y musical- se llevan a cabo en las playas de Boa Viagem y Pina, en el núcleo urbano de la ciudad, una de las más pujantes del Noreste del país. Allí los ritmos protagonistas son el frevo y maracatú, típicos de Pernambuco, y la capital se prepara anímicamente para su mayor celebración popular que es el Carnaval. En las cercanías -en la ruta norte, hacia el vecino estado de Alagoas- se encuentra uno de los litorales más hermosos del país, conocido como Costa de los Corales.
En el sur, las ciudades catarinenses de Florianópolis y Camboriu también retomarán su agenda festiva -interrumpida en 2020- y el 31 de diciembre está confirmada la fiesta de Reveillon con un espectáculo de fuegos artificiales en la playa de Beira-mar Norte y en el puente Hercílio Luz, símbolo de la ciudad, y objeto de una renovación en los últimos meses.
En Camboriu, la despedida del año será en la Playa Central, que el año pasado recibió una obra de ampliación en su franja de arena (de 25 pasó a 70 metros) y en la noche de fin de año de 2019 -la última fiesta antes de la pandemia- recibió un millón de personas, por lo que ahora podría recibir con comodidad el doble de este total. Tras la agitación de la fiesta de Año Nuevo, Florianópolis y Camboriú disponen de cientos de playas (e islas) para disfrutar de los encantos de la región de Brasil más visitada por los turistas paraguayos.
COMO LLEGAR
Río de Janeiro y Recife tienen varias conexiones aéreas semanales desde Asunción, al igual que Florianópolis y Camboriú (separadas por 87 km), pero a esta última, por su proximidad, se puede acceder en coche o autobús desde Paraguay.