La tierra hostil del Chaco, por muchos años desaprovechada por prejuicios, hoy demuestra ser el polo de más desarrollo en Paraguay. La agricultura es un rubro que no deja sorprender en la Región Occidental de nuestro país, ya que con los avances se logran obtener cosechas de variedades que se creían imposibles por la agresividad del clima de la zona.
En conversación con la 680 AM, el ingeniero Héctor Cristaldo, de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), mencionó que el Chaco se perfila a ser la región que más se desarrolla la agricultura, ese mismo efecto que tuvo el departamento del Alto Paraná en la década de los 70 y 80, cuando comenzaron la producción en ese departamento del este del país.
Experimentos con el trigo
Ahora se está probando el trigo, continúa, un cultivo de clima templado que llevó años adaptarlo a la Región Oriental, donde las temperaturas son más amenas que en el norte del Chaco, hay un mejor régimen de lluvias, lo que transformó a nuestro país de ser un importador 100% de trigo a ser un país autosuficiente.
El gran logro de nuestro país, fue ser uno de los pocos países subtropicales de trigo y por sobre todo un exportador. Imaginense si hoy todavía dependíamos del trigo, actualmente estaríamos teniendo desabastecimiento de panes y productos derivados de la harina por las complicaciones por el tema de la Hidrovía, mencionó el gremialista rural.
Volviendo al suelo chaqueño, el experto en agricultura dijo que el Chaco está pasando por una nueva época de pionerismo agrícola, algo totalmente impensable hace 40 años con cualquier otro tipo de agricultura que sea límitada en la Región Occidental.
Hoy en el esta parte del país ya se produce: algodón, soja, maíz, sésamo, arroz y actualmente en el Chaco se va avanzado en el desarrollo agrícola como complemento a la actividad ganadera, sobre suelo que antiguamente estaba dedicada a las pasturas y el trigo en específico era un cultivo que ni se pensaba que adaptaría a su suelo y hoy está avanzando aparentemente.
El correcto desarrollo de este cultivo en suelo occidental, vendrá por mejoras en la tecnología, que luego buscará que variedades se adapten tanto al suelo como al clima de la región desde la siembra a la cosecha.
El Chaco tiene 24 millones de hectáreas, cubre el 60% del territorio y al no ser tan poblado, pocas personas se están dedicando a mejorar las condiciones y puede que esto cambie con la entrada de la bioceánica, los puentes, la infraestructura que se viene preparando en esta zona, destacó finalmente Cristaldo.
