Francisco Carlos Ruiz Díaz López fue nombrado presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), una institución que tiene la característica de que constantemente lleva sobre sí denuncias de corrupción. El nuevo titular tendrá la misión de remover la mala imagen de años, de este organismo. Aparte de remover la mala imagen, tendrá la responsabilidad ineludible de modernización la vetusta administración agraria.
El INDERT tiene identificado 130.000 inmuebles de los cuales sólo 8.881 están con títulos de propiedad. Tiene 1.130 colonias pertenecientes a la institución, pero la mayoría de los pobladores aún deben regularizar sus títulos. De los 1.130 sólo hay datos actualizados de 190 colonias. Lo primero que debe organizar el nuevo presidente es el propio archivo de la institución.
Francisco Carlos Ruiz Díaz López trabajó con los Mipymes y, por su buen trabajo, fue seleccionado por Santiago Peña para reorganizar el INDERT.
Lo primero que vio Francisco Carlos Ruiz Díaz López en el INDERT es la necesidad imperiosa de modernizar la administración que se maneja de la forma más arcaica en el país. No tiene archivos informatizados y sus papeles están por los estantes al viejo estilo de épocas pasadas.
«Nadie entiende la lógica del sistema de seguimiento de un expediente», fue lo que expresó al manifestar su percepción de la gente que llega allí para hacer sus trámites.
Una de las cosas que preocupó al nuevo presidente es que mucha gente viene desde lejos para preguntar cómo va su expediente y que, al respecto, se tienen que buscar carpetas u hojas. Entonces, dijo: «Urgente hay que modernizar». Señaló que la gente no tiene forma de hacer seguimiento a su expediente. Gente de avanzada edad tiene que venir desde muy lejos a preguntar y muchas veces no lleva la respuesta que necesita, según su reflexión.
Lo que no encontró todavía el nuevo presidente del INDERT es la cantidad de tierras ajenas que fueron revendidas por propios funcionarios de la institución y ahora sus dueños pelean judicialmente para que un juez diga a quien le corresponde, porque más de un dueño pagaron por la misma tierra. Es de antaño el problema de la superposición de títulos.
Francisco Carlos Ruiz Díaz López tendrá el desafío de dar un salto cualitativo a una institución de donde salieron varios funcionarios e inclusive autoridades con denuncias de hechos de corrupción.