La sequía que afecta al país desde finales de diciembre ha generado una fuerte preocupación entre los productores agrícolas, especialmente en la región Oriental. Según datos oficiales y reportes meteorológicos, esta situación podría extenderse hasta el primer trimestre del año, complicando aún más la producción agrícola y las perspectivas económicas del sector. Alfredo Fast, presidente de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), regional San Pedro, detalla los efectos de esta crisis en el sector productivo.
En contacto con la 970 AM, el productor manifestó que desde mediados de diciembre, las condiciones climáticas han mostrado un déficit hídrico crítico, con vientos cálidos y ausencia de lluvias significativas. Según Fast, el 70% de la región oriental presenta un déficit de humedad en el suelo, lo que afecta considerablemente los cultivos.
Lluvias que no llegan y agravan la sequía
Si bien se registraron precipitaciones ligeras en el sur y este del país, estas no lograron revertir los daños en las plantaciones. Los cultivos más afectados son la soja, el sésamo y el maíz.
En lo que respecta a la soja, que es el cultivo más importante de la región Oriental, la misma atraviesa su etapa de floración y llenado de granos, períodos altamente sensibles a la falta de humedad. La sequía ha reducido de forma importante a los rendimientos, con muchas plantaciones en riesgo de pérdida total. El sésamo, aunque más resistente a la sequía, también ha registrado pérdidas importantes, especialmente en zonas como Itacurubí del Rosario, Santa Rosa y Río Verde.
Por su parte, el maíz, en los casos donde las plantaciones coinciden con el período de sequía, presenta graves problemas para la formación de granos, lo que compromete las cosechas.
Pequeños productores son los más afectados
La prolongada crisis climática afecta especialmente a los pequeños productores, quienes enfrentan varios años consecutivos de cosechas deficientes. Esto ha generado una acumulación de deudas que dificulta el acceso a nuevos créditos.
Según Fast, los pequeños agricultores dependen de la humedad del suelo, ya que carecen de infraestructura de riego. Además, destaca que el desánimo entre los productores es una preocupación creciente, ya que impacta directamente en la continuidad de la actividad agrícola.
Sin apoyo financiero y técnico adecuado, será difícil mantener la producción en estas condiciones adversas, afirmó finalmente.
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