Los precios de la carne, componente infaltable en la mesa de la mayoría de los paraguayos, registraron aumentos sorpresivos en las últimas semanas, afectando tanto a comerciantes como a consumidores. En el Mercado Municipal N.º 4, los carniceros confirmaron que los cortes más demandados, como costilla, vacío y peceto, presentan incrementos superiores al 20% respecto al año pasado, y temen que estos precios sigan subiendo con la llegada de las fiestas de fin de año.
La costilla vacuna, que antes costaba 35.000 guaraníes por kilo, ahora supera los 45.000, mientras que el vacío ronda los 48.000 guaraníes y el peceto ya alcanza los 50.000. Incluso los cortes porcinos, considerados una alternativa más económica, han sufrido alzas importantes, como la costilla de cerdo, que subió a 36.000 guaraníes el kilo.
Según los comerciantes, estos incrementos son constantes, llegando a subir entre 1.000 y 2.000 guaraníes por semana, lo que atribuyen al alto costo del ganado en gancho, actualmente en torno a los 28.000 guaraníes.
Desde la 780 AM, informaron que este movimiento en los mercados, comienza a reducir la afluencia de compradores, quienes tradicionalmente a estas alturas del año se registraban largas filas en las carnicerías de esta zona comercial de Asunción.
Ventas disminuyen a medida que llega fin de año
Sin embargo, de cara a diciembre, las ventas han disminuido, y los consumidores optan por alternativas más accesibles, como retazos de carne o cortes de menor calidad. Los carniceros afirman que el aumento del 30% respecto al año anterior marca cifras récord en muchos productos, haciendo que el asado típico sea inalcanzable para varias familias.
Pese a la esperanza de que el cobro de aguinaldos reactive las ventas, los comerciantes reconocen que los precios son un desafío para los consumidores, quienes enfrentan un panorama económico complicado. A medida que se acercan las fiestas, la carne se mantiene como un producto indispensable, pero su elevado costo amenaza con limitar su presencia en las mesas paraguayas.
Lea también: ¿Qué pasa con el precio de la carne?