Durante la pasada Cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil, Paraguay presentó una propuesta estratégica que posicionaría al país como eje central en el trazado del gasoducto que conectará la formación de Vaca Muerta en Argentina con los mercados del Sur de Brasil y otras regiones. Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energía, destacó que la ruta propuesta por Paraguay ofrece ventajas técnicas, económicas y ambientales, superando a otras alternativas consideradas.
El proyecto contempla un recorrido de 1.050 kilómetros que se extendería desde Argentina hasta Mato Grosso do Sul, en Brasil, siguiendo el trayecto de la ruta bioceánica. El titular de la cartera de Minas y Energías, señaló que esta trayectoria evitaría obstáculos geográficos y ambientales importantes, como montañas y ríos de gran envergadura, a excepción del río Paraguay. Sin embargo, destacó que este cruce estaría asegurado por el puente Bioceánico, actualmente en construcción, que también favorecerá el tránsito logístico del gasoducto.
Paraguay como potencial en el esquema del gasoducto
El viceministro remarcó que la estabilidad económica de Paraguay y su calificación de grado de inversión convierten al país en un destino atractivo para los inversionistas privados que financiarán esta obra de gran envergadura. Asimismo, Paraguay ya ha tomado medidas concretas para avanzar en el proyecto, enviando memorandos de entendimiento a las embajadas de Argentina y Brasil, así como a la provincia de Salta y el Estado de Mato Grosso del Sur, con el fin de agilizar el diseño y consolidar consensos entre las partes interesadas.
El viceministro destacó el potencial de Paraguay para futuras exploraciones de gas natural, lo que no solo refuerza la posición del país como un socio viable para este proyecto, sino que también amplía su capacidad para participar activamente en el mercado energético regional. En palabras del funcionario, el trazado propuesto por Paraguay constituye una solución “simple y confiable”, en comparación con otras opciones como las conexiones directas entre Argentina y Brasil o las rutas alternativas a través de Uruguay.
No obstante, el mismo admitió que el progreso del proyecto dependerá de la voluntad política de los países involucrados y de los procesos administrativos que se implementen para concretar el gasoducto. Pese a ello, aseguró que Paraguay seguirá impulsando su propuesta de manera activa, buscando consolidarse como un socio estratégico en este ambicioso emprendimiento.
Esta iniciativa, más allá de representar una oportunidad para fortalecer la integración energética del continente, tiene el potencial de abrir nuevas puertas para el desarrollo económico y logístico del país.
Paraguay apuesta a que este proyecto lo sitúe como un actor clave en el panorama energético regional, consolidando su rol en la cooperación internacional y en el desarrollo sostenible de la región.
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