El Banco Central del Paraguay, publicó su último informe de Política Monetaria del año, donde analiza los contextos económicos a nivel local e internacional que puedan afectar a las variables económicas que nos afectan o afectarían en las tomas de decisiones futuras.
En su resumen destacan pinceladas sobre la economía mundial y regional, donde mencionan que las perspectivas de crecimiento de la economía mundial se han deteriorado para el próximo año con relación a las presentadas en el IPoM de septiembre, en un contexto donde permanecen elevados los niveles de precios, aunque se han verificado menores presiones inflacionarias en algunos países.
Las condiciones monetarias más restrictivas, la prolongación de la guerra en Ucrania, los problemas de suministro de energía al continente europeo y la incertidumbre en torno a la situación sanitaria en China, explican el deterioro del panorama para los próximos doce meses.
Desde el informe anterior, los precios de determinados commodities agrícolas se han reducido mientras que las cotizaciones del petróleo crudo han presentado volatilidades en el periodo.
La inflación en las principales economías avanzadas permanece elevada y las respectivas autoridades monetarias de los países han seguido ajustando al alza sus tasas referenciales. En la región, las perspectivas económicas para los principales socios comerciales han mejorado para el 2022, pero han empeorado para el 2023.
Por su parte, la inflación se ha moderado en algunos países de la región y se ha acelerado en otros, con lo cual, algunos bancos centrales han mantenido sus tasas de política monetaria y otros han seguido con el ciclo de ajustes.
Estados Unidos y la Reserva Federal (Fed)
En Estados Unidos, la Fed ha continuado con aumentos del rango objetivo de la tasa referencial en su última reunión, ante la aún elevada tasa de inflación, pero a un menor ritmo. Desde el informe anterior, la inflación registró menores tasas y, en noviembre, la misma se ubicó en 7,1% interanual, no obstante, se encuentra bastante por encima de la meta del 2%.
En sus reuniones de noviembre y de diciembre, la Fed volvió a elevar el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 75 p.b. y 50 p.b., respectivamente, hasta ubicarlo en 4,25% – 4,50%.
En cuanto a la actividad económica en el tercer trimestre de 2022 el PIB verificó una tasa trimestral anualizada de 3,2%, superando los pronósticos del mercado, principalmente debido a aumentos en las exportaciones, el gasto para consumo privado, la inversión fija no residencial y el gasto público.
Los datos más recientes del PMI (Purchasing Managers’ Index) manufacturero mostraron que el sector se desaceleró en el cuarto trimestre, situándose en zona de contracción en noviembre (47,7). En este escenario, las perspectivas de crecimiento fueron revisadas al alza para el 2022 de 1,6% a 1,8% y a la baja para 2023, pasando de 0,7% a 0,4%.
En Europa
En la Eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a elevar sus tipos oficiales de interés, disminuyendo la magnitud del ajuste, y se registró un máximo histórico de inflación durante el cuarto trimestre.
La inflación se aceleró en octubre hasta alcanzar un pico histórico (10,6% interanual) para luego mostrar una desaceleración en noviembre (10,1% interanual). En este escenario, el Banco Central Europeo (BCE), en su reunión de diciembre, elevó en 50 p.b. los tres tipos de interés oficiales.
Con relación a la actividad económica, en el tercer trimestre de 2022 el PIB se expandió 0,3% con relación al trimestre anterior, impulsado principalmente por las contribuciones positivas del gasto para consumo final de los hogares, la formación bruta de capital fijo y, en menor medida, la variación de los inventarios.
Por otro lado, el PMI manufacturero se mantuvo en zona de contracción durante el cuarto trimestre, situándose en un nivel de 47,1 en noviembre. En cuanto a las perspectivas de crecimiento, las mismas han mejorado para el 2022 (de 3,0% a 3,2%), debido a los resultados registrados en los indicadores de actividad económica que fueron superiores a las estimaciones iniciales.
No obstante, se agudizó la desaceleración prevista para el 2023 y se espera una caída del PIB de 0,1%, en línea con la prolongación de la guerra en Ucrania y las dificultades de suministro de energía al continente, además del endurecimiento de las condiciones financieras.
Situación de China
En China, la situación sanitaria se ha deteriorado recientemente, lo cual ha afectado las perspectivas de crecimiento para el año y ha generado más incertidumbre sobre los pronósticos para el próximo año.
La estimación de crecimiento para la economía china se redujo para el año corriente en 0,3 p.p., ubicándose en 3,0% anual, debido a los confinamientos y restricciones impuestas durante los últimos meses del año para frenar los contagios de COVID-19.
En este contexto, se prevé un crecimiento del 2,9% interanual del PIB del cuarto trimestre, por debajo de la tasa constatada en el trimestre anterior (3,9% interanual).
No obstante, recientemente se han dado protestas sociales contra la estricta estrategia de combate a la COVID-19 del gobierno, derivando en la flexibilización de medidas de contención, lo cual podría permitir un mayor dinamismo en la actividad económica en el próximo año.
Esto ha compensado, en parte, el complejo panorama por las dificultades latentes en el sector inmobiliario y la menor demanda externa esperada, con lo cual el pronóstico para el próximo año se ubicó en 4,9%, levemente por debajo de lo previsto en el informe anterior (5,0%).
Brasil
En Brasil, los pronósticos de crecimiento para 2023 apuntan a una desaceleración, mientras que la inflación continúa moderándose. En el tercer trimestre, se verificó una expansión del 0,4% del PIB con relación al trimestre anterior ante las incidencias positivas de la formación bruta de capital fijo, el consumo privado y el consumo del gobierno.
De esta manera, la proyección de crecimiento para la economía brasileña se revisó al alza, de 2,5% a 3,0% para 2022.
En el cuarto trimestre, se resalta el deterioro observado en el PMI del sector manufacturero, que se ubicó en zona de contracción por caídas en la producción y en los nuevos pedidos, impulsadas, en parte, por la incertidumbre en torno a las políticas públicas a ser implementadas por el nuevo gobierno.
Ello, sumado a la desaceleración económica mundial prevista para el próximo año, se reflejan en el leve deterioro de las previsiones de crecimiento para 2023 (de 0,9% a 0,8%).
Por otra parte, la inflación interanual se ha desacelerado significativamente, debido, en gran parte, a la reducción de los precios en el rubro transporte, registrando una tasa de 5,9% en noviembre (7,2% en septiembre). Desde el informe anterior, el Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central de Brasil ha mantenido la tasa SELIC en 13,75% anual.
Argentina
En Argentina, se prevé un crecimiento bastante mayor para el 2022, mientras que para el próximo año las perspectivas mostraron un leve deterioro. El PIB del tercer trimestre creció 5,9% interanual, por encima de lo esperado, impulsado por el consumo privado.
En el cuarto trimestre los indicadores de actividad económica de corto plazo y de producción del sector manufacturero registraron un dinamismo favorable. De esta manera, se ajustó sustancialmente la tasa de crecimiento prevista para el 2022, pasando de 3,5% a 4,9%.
Para el 2023, se prevé un escenario externo más complejo, en un contexto de alta incertidumbre sobre el panorama político interno, con lo cual el pronóstico de crecimiento del PIB se revisó a la baja en 0,2 p.p., situándose en 0,7% anual.
En cuanto al nivel de precios, la inflación interanual siguió acelerándose, situándose en 92,4% en noviembre (83,0% en septiembre).
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) mantuvo la tasa mínima de las LELIQ en 75,0% anual desde el último IpoM.
Política monetaria y coyuntura doméstica
Luego de la desaceleración de la inflación total en el tercer trimestre del 2022, se ha registrado un leve repunte en el mes de noviembre, explicado por aumentos en los precios de los alimentos, los combustibles, los bienes duraderos y algunos servicios.
Con este resultado, la inflación interanual promedio entre octubre y noviembre (8,2%) se ubicó por debajo del observado en el tercer trimestre (10,3%), aunque, en términos mensuales, la inflación promedio registró un incremento, pasando de 0,4% a 0,6%.
Dentro de los productos alimenticios, los principales aumentos en el bimestre se dieron en los rubros volátiles como las frutas y verduras, en tanto que los precios de los combustibles registraron un aumento puntual en noviembre.
Así también, la inflación medida por el IPCSAE (IPC sin alimentos y energía) si bien mostró un aumento en el margen, principalmente, por los precios más altos de los bienes de origen importado, la misma ha seguido dentro del rango meta.
En cuanto a los efectos de segunda vuelta, los mismos se han moderado, en línea con la trayectoria reciente de la inflación de los servicios. Por otro lado, el promedio entre octubre y noviembre de los indicadores de tendencia de la inflación (subyacente, subyacente X1 y núcleo) fue menor a los niveles promedio observados en el tercer trimestre, tanto en términos mensuales como interanuales.
Finalmente, se ha notado una menor difusión de la inflación en meses recientes.
El resumen completo se podrá leer en el documento original.