La Costanera de Asunción es un espacio ganado al río y recuperado para la ciudadanía.
Asunción, capital del país, con más de 500 mil habitantes tiene escasos lugares públicos de esparcimiento.
El Parque Caballero, después de mucho fue liberado, pero es absolutamente inseguro por lo que ni siquiera es utilizable. Otras plazas fueron usurpadas o están ocupadas por seccionales coloradas.
Ante esta realidad, la costanera llegó a convertirse en el centro de actividades al aire libre y donde a diario cientos de familias acuden para estar cerca de la bahía y disfrutar de un espacio abierto.
Sin embargo, por la falta de planificación y la desorganización, la costanera se va llenado de casetas construidas sin ningún criterio estético ni arquitectónico.
Durante un recorrido el equipo de La Tribuna contabilizó más de 40 casetas construidas en la costanera, desde la zona del Palacio de López hasta el punto de inicio de la construcción del Puente Héroes del Chaco.
Además de la falta de criterio estético (son cajas precarias) las casetas están abandonadas, derruídas y rapiñadas.
A eso se suma de los artefactos de iluminacion fueron rapiñados y están con desperfectos.
Un espacio ganado al río, que está abandonado por las instituciones, para el cuidado y el mantenimiento, pero que a la hora de generar ingresos, es clausurado para la realización de eventos privados, donde se cobran entradas.
El pasado 11 de diciembre se cerró un tramo de la costanera al tránsito para la realización de una competencia de «picadas de auto y motos». En el punto del evento ni siquiera se permitía el paso de peatones y ciclistas.
Los policías de tránsito de la Municipalidad de Asunción se encargaron de desviar el tráfico vehicular e instar a peatones y ciclista que utilicen otras vías.