La industria militar o de defensa, se considera un sector estratégico de gran importancia para el país, porque la capacidad defensiva dependerá de los productos y servicios que proporcione, junto con su valor económico y tecnológico. Expertos opinan sobre la posible instalación de una fábrica militar en Paraguay.
En este sentido, el surgimiento de empresas de pequeño tamaño, muy centradas en nichos tecnológicos de alto valor añadido, ha modificado sustancialmente las cadenas de suministro. La entrada de las PYME en el mercado de defensa –en muchos casos provenientes de los mercados civiles– está modificando igualmente las relaciones de estas con los gobiernos.
Ahora, la empresa ML Military Logistics también apunta a pasar de la representación a la producción con licencia de las empresas con las que trabaja, facilitando la entrada en el mercado sudamericano, especialmente en el Mercosur, aprovechando además las ventajas arancelarias y de costos que ofrece Paraguay.
Opinión de expertos
Respecto a la posibilidad de la presencia de esta firma en Paraguay, el experto en inteligencia y estrategias, José Amarilla (*), reflexiona diciendo: “La industria militar o de Defensa y Seguridad es una de las grandes carencias estratégicas de Paraguay. De hecho, importantes proyectos como DIMABEL y astilleros quedaron en aguas de borrajas en décadas pasadas, por una causa repetitiva: la corrupción”.
Por su parte, otro analista y experto en criminología y seguridad, Juan Martens (**), sostuvo: “Yo creo que se elige a Paraguay porque acá hay mucha facilidad para la importación de muchos productos y partes que puedan ser necesarios para la fábrica; y esto se inserta también en esta campaña hasta armamentista y un discurso de mayor necesidad de fortalecer el sistema incluso militar tanto en Paraguay como en los países de la región. No creo que se esté pensando exclusivamente para satisfacer una demanda local, sino para satisfacer una demanda latinoamericana; eso seguro es lo que tiene pensado la empresa”.
Amarilla también resaltó que “y eso a pesar de que Paraguay, por su carga impositiva, por su membresía en el Mercosur y por su disponibilidad de minerales, es un punto potencialmente alto para el mercado regional”.
“Esto no estará pensado para el público paraguayo; recordemos que Brasil tiene 200 millones de habitantes, tiene un consumo de armas impresionante tanto lo legal como ilegal, y lo más probable es que esto también esté pensado para ese mercado, además de Argentina, que tiene 40 millones de habitantes con consumo alto de armas. Entonces, lo que seguro se busca es usar la estratégica ubicación de Paraguay para distribuir a esos mercados”, coincidió Martens con las expresiones de Amarilla.
Modernización de equipo militar
A pesar del lento crecimiento de la economía de la región, los países de América Latina están planeando la modernización del equipo militar para fortalecer sus fuerzas armadas. Las antiguas disputas fronterizas, las armas ilegales y el tráfico de drogas a través de las fronteras son algunas de las principales razones para que los países aumenten su gasto en defensa y seguridad fronteriza.
Las fuerzas terrestres de Paraguay, Brasil y Perú están haciendo planes para reemplazar la envejecida flota de vehículos blindados.
Desde el punto de vista del experto José Amarilla, “la industria militar o de Defensa es una actividad que mueve otros sectores como la electromecánica, la ingeniería, la minería y, en algunos casos, la aeronáutica y la naval. Eso sin dejar de mencionar que se trata generalmente de actividades electrointensivas, que a Paraguay le conviene tener”.
Sin embargo, para Juan Martens, “esta industria no está pensada para ayudar en la seguridad; está pensada en clave de negocio e insisto, yo creo que está pensada para el mercado brasileño y el mercado argentino, no para el mercado paraguayo”.
Desde la óptica militar
En tanto, en la fábrica plantearon a las autoridades paraguayas la posibilidad de construir en las instalaciones de ML Military Logistics un polígono de entrenamiento militar y policial del cual actualmente no hay en Paraguay y que permitiría a las fuerzas especiales entrenarse simulando rescates de rehenes, lucha contra el terrorismo y guerrilla en un ambiente construido para tal fin, en donde se contaría también con apoyo de la empresa para la instrucción.
Desde la óptica militar, “hay muchos aspectos que se deben analizar, no solamente el tipo y la calidad de productos de Defensa que se podrían eventualmente fabricar y proveer a las Fuerzas Militares de Paraguay”, comentó un alto jefe militar que pidió el anonimato.
Agregó que “hay que analizar lo que conlleva, si hubiera alguna firma de convenio, las ventajas que podrían tener las Fuerzas Militares. Precios, calidad y niveles de los productos, contraprestación al estado, quienes serían los eventuales compradores de los productos de Defensa, entre otros”.
A la consulta sobre si la instalación de una industria militar en nuestro país sería beneficiosa, “claro que sí, tenerla en el país sería un factor positivo para la adquisición más directa y sencilla de esos productos. Es importante también el parecer de personal idóneo en Defensa, para evitar que vendan gato por liebre”.
Sobre los entrevistados
(*) José Amarilla
Sociólogo con Maestría en Política y Gestión Pública por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. Especialista en Seguridad Ciudadana y Privada, así como en Inteligencia Estratégica por el Ministerio de Defensa Nacional. Diplomado en Alta Gerencia de Seguridad por el Centro de Estudios de Seguridad de Lima y en Análisis Estratégico, por el Centro Nacional de Inteligencia, del Reino de España. Especializado en Programas Municipales de Seguridad Ciudadana en Israel, en Análisis Estratégico por el Ministerio de Defensa de la República Francesa y como Analista en Inteligencia por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
(**) Juan Martens
Doctor por la Universidad de Barcelona (UB). Máster en Criminología, Política Criminal y de Seguridad también por la UB. Máster en Garantismo Penal y Derecho Procesal Penal-Universidad Nacional de Pilar (UNP) e INECIP-Paraguay. Especialista en docencia universitaria. Abogado por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), integrante del cuadro de honor. Becario del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Realizó un posgrado en periodismo en el Instituto José Martí, en La Habana-Cuba. Realizó estancias de investigación en el Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología de la Universidad de Málaga, en Barcelona, y Brasil, a través de las estancias de vinculación del CONACYT.
LEA TAMBIÉN: Empresa militar de EEUU abrirá fábrica en Paraguay
