Los resultados de las internas de la Asociación Nacional Republicana (ANR) definirán sí hubo algún error o fue todo acierto en las designaciones de «significativamente corrupto» al ex presidente Horacio Cartes y al vicepresidente Hugo Velázquez. Aunque la lectura oficial no sea tan así desde la perspectiva de los Estados Unidos, habrá de alguna manera una medición de las calificaciones, en su tiempo y forma y en esa posible mezcla entre lo político y jurídico.
De acuerdo a nuestras fuentes, los marcadores de las primarias del Partido Colorado, ciertamente, develarán sí las observaciones hechas por el gobierno norteamericano a ambas personas mencionadas fueron bien dadas teniendo como valor a tener en cuenta los resultados, y sí coinciden con los esperados. Dentro de ambas decisiones, Cartes/Velázquez, se presumen que tuvo que ver igualmente algún consentimiento previo del gobierno nacional.
Ya casi seis meses antes de las internas partidarias, el ex presidente Cartes fue declarado significativamente corrupto. El embajador norteamericano Marc Ostfield a través de una conferencia de prensa detalló que tanto el ex mandatario como sus familiares inmediatos no son elegibles para ingresar a los Estados Unidos y le negaron la visa para ingresar al país del Norte.
En tanto, en agosto pasado, Marc Ostfield dijo en conferencia de prensa: “El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció la designación del vicepresidente Hugo Velázquez debido a su participación en actos de corrupción significativos, incluyendo el ofrecimiento de soborno de un funcionario público”.
Lo cierto es que hoy Cartes se mantiene como candidato a la presidencia de la Junta de Gobierno. Según sus adherentes, sigue al frente de las encuestas. Por su lado, el postulante a la Presidencia de la República, Santiago Peña, siempre según sus seguidores, igualmente lidera la intención de votos. Nuestras fuentes sostienen que un eventual triunfo de Cartes y Peña darán la razón a quienes sostienen que hubo apuro en la calificación a Cartes, hecho que se tendría que haber dado, en todo caso, recién en éste tiempo o en la quincena de las internas coloradas, es decir, éste diciembre.
El otro error que podría confirmarse fue en la nominación a Velázquez. De acuerdo a un sector de los colorados, quien tenía chance de ganar al caballo cartista era justamente el actual vicepresidente de la Republica. Además, según dicen, en el apuro por sacarlo de la carrera presidencial no se tuvo en cuenta que si se mantenía en campaña electoral, Velázquez sí o sí debía dejar el cargo de vicepresidente. Hoy, ya no tiene chances de ganar a Peña y encima terminará el cargo de segundo dentro del Poder Ejecutivo.
Quiénes miran el tablero político colorado creen que pudo haber un apuro en ambas designaciones como también en una cierta confusión entre lo político y lo jurídico. En esa mirada aclaran que en ese tiempo, el embajador de los Estados Unidos era nuevo en el país por lo que, posiblemente, no fue asesorado en tener en cuenta tiempo y forma, viniendo más una posible desprolijidad en los cálculos desde el espacio nacional.
Aunque la lectura oficial difícilmente, o nunca, se sepa, los resultados de las internas coloradas, próximamente, de cierta manera, darán una medición de las calificaciones a Cartes y Velázquez, por su tiempo y forma y sí hubo o no alguna mezcla entre lo político y jurídico. La medición que se hará es sólo sobre el impacto dentro del escenario nacional, que no tiene que ver con la opinión de los Estados Unidos, que, sin embargo, tienen sus objetivos marcados cuando comunicó en junio pasado lo de Cartes y en agosto lo de Velázquez. Por ahora, por encima de las opiniones diversas, hay que continuar observando el desarrollo de la realidad nacional.