Con el lema: “Al instante se pusieron en camino para anunciar a Cristo”, se inicia mañana el novenario a la Virgen de Caacupé. La mayor festividad religiosa del país este año tiene la particularidad de estar libre de restricciones, luego de dos años de pandemia, por lo que se espera una concurrencia récord de peregrinos.
El novenario contempla dos celebraciones religiosas diarias, una a la mañana a las 7:00 y otra a la tarde a las 19:00. La primera celebración de mañana lunes estará a cargo del monseñor Pedro Collar Noguera, obispo de Misiones, con el tema “El encuentro personal con Jesucristo: fundamento de la vida cristiana”. Para mañana también está prevista la peregrinación nacional del clero.
La homilía en la misa del horario vespertino estará a cargo de monseñor Francisco Javier Pistilli, obispo de Encarnación.
El cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, presidirá la misa de la mañana, del jueves 1 de diciembre. Para esa fecha está prevista la participación de miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, atendiendo a que coincide con la peregrinación nacional de las FF.AA. y la Policía Nacional. La misa vespertina estará a cargo del monseñor Ignacio Gogorza, obispo emérito de Encarnación.
Para el sábado 3 de diciembre está anunciada la Peregrinación Nacional de Jóvenes. El tema de reflexión de ese día será “El protagonismo de los jóvenes en la Iglesia y en la Sociedad”. La celebración estará a cargo del obispo emérito de Caacupé, Mons. Claudio Giménez.
Este año también vuelve la tradicional serenata a la Virgen, en la explanada de la Basílica, desde las 23:00 del miércoles 7 de diciembre.
El día de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen, la misa central estará a cargo del obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela.
Caacupé es la mayor expresión de la religiosidad popular paraguaya, que cada año, congrega a miles de feligreses quienes llegan en peregrinación hasta el altar de la Virgen, en pago de alguna promesa o para agradecer por algún milagro.
Caacupé también ha sido siempre la caja de resonancia de los reclamos de la ciudadanía, en la voz de los obispos del Paraguay, para denunciar situaciones de injusticia, exigir cambios y aportar un poco de esperanza a la sociedad. Dada la circunstancia que atraviesa el país en la actualidad, se espera que la atención de la opinión pública, en los próximos días, se centre hacia la denominada “Capital Espiritual de la República”.