Los japoneses enseñan al mundo a ser limpio, no con sus discursos, sino con su ejemplo. Una vez más, terminado el partido entre Japón y Alemania, los aficionados orientales sacaron sus bolsas y recogieron las basuras de las gradas y las dejaron limpias antes de retirarse.
Ya sorprendieron a los cataríes cuando estuvieron en la inauguración del Mundial y vieron el partido entre Qatar y Ecuador en el estadio Al Bayt. Los aficionados orientales se ocuparon de limpiar el recinto en un encuentro en el que no participó su selección. Pero los nipones estaban presentes en la tribuna, de espectadores, y después siguieron al pie de la letra el dictado de sus conciencias: donde yo me voy no debo dejar suciedad.
Los japoneses cultivan el «Yo me veo». Al contrario de muchos occidentales que dicen: «Hay que dejar nomás así, nadie ve», los japoneses dicen: «Yo me veo». No es una manía. Es una educación, una cultura. Por eso es que esperaron que termine el partido entre Japón y Alemania, ganaron los japoneses; festejaron el triunfo, pero no dieron mucho tiempo para la celebración. Cuando se retiraron todos los aficionados, ellos se pusieron a limpiar las gradas.
Conste que Japón tenía suficiente motivo para darse el lujo de celebrar hasta el tiempo que podía el triunfo de su selección. Sin embargo, la conciencia empujó en forma natural a los aficionados a que ellos saquen de sus mochilas las bolsas de plástico y recojan los desperdicios. Es un hábito que enseña al mundo entero que ser limpio es posible.
La televisión ya mostró ejemplos en otros eventos deportivos igual gesto de los nipones. El ejemplo japonés salió a la luz ya en Brasil 2014 y se repitió en Rusia 2018, sobre todo en el estadio de Rostov, donde se vivieron imágenes especialmente llamativas. Tras sufrir ante Bélgica una dolorosa derrota, los aficionados dejaron de lado la decepción para asear el interior del estadio. Tienen el cerebro programado para hacer la limpieza.
En cuando al partido contra Alemania, ganó Japón 2-1. Takuma Asano anotó el 2-1 histórico ante Alemania. Conste que estaba perdiendo. Ilkay Gundogan puso por delante a Alemania con un tanto de penal en el minuto 33 pero Japón empató en el 75 gracias a Ritsu Doan y se llevó el partido en el 83 con una gran acción de Takuma Asano, que desde la banda derecha venció al arquero Manuel Neuer.