Crece la preocupación por la bajante del río Paraná

Intensifican los trabajos para que el río Paraná tenga navegabilidad para la exportación de productos nacionales.

De acuerdo con las previsiones, el panorama sobre la bajante del río Paraná no es muy alentador. Los caudales reducidos se mantendrán hasta fin de agosto y existe la posibilidad de que se prolongue hasta el mes de octubre, sostuvo Patricio Ortega, director de la Marina Mercante.

“Actualmente estamos en situación de alerta porque continúa reduciéndose el caudal del río Paraná en toda su extensión y eso nos preocupa sobremanera”, afirmó el director de la Marina Mercante, Patricio Ortega, quien días pasados se reunió con el titular de la Comisión de Asuntos Económicos y Financieros de la Cámara de Diputados, Carlos Núñez Salinas (ANR-Central), con el objetivo de declarar el estado de emergencia del Paraná, lo cual quedó para la próxima semana.

Ortega resaltó que “muchos daños nos está causando esta bajante del río Paraná porque la navegabilidad para las barcazas con productos nacionales se reduce por el tema del calado (profundidad), lo que disminuye la carga para poder navegar. Pero igualmente estamos trabajando coordinadamente con las dos hidroeléctricas, Yacyretá e Itaipú, haciendo que abran sus compuertas para aumentar el caudal del río y así puedan circular las barcazas”.

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Se hicieron ajuste al proyecto de declaración de emergencia

“Volviendo al tema de la declaración de emergencia, hicimos algunos ajustes al proyecto de ley para que el mismo contenga todos los datos necesarios para que, al tratarse en la Plenaria, que sería el miércoles, los legisladores cuenten con los elementos que avalen el pedido de declaración de emergencia”, destacó el director.

«Nos preocupa también la poca exportación que se está teniendo por la bajante del río Paraná. En ese sentido los silos de los puertos están llenos y los camiones no pueden descargar sus productos y eso genera pérdidas. Además tampoco se puede distribuir combustibles y otras mercadería a los distintos puertos en la ribera del río», se lamentó Ortega.

Por otro lado, dijo que “en un esfuerzo mancomunado entre el Estado y las empresas privadas, se está trabajando con el objetivo de que las tareas de dragado en los puntos críticos puedan ser navegables. Por eso es importante que se declare la emergencia, porque abrirá las puertas para contar con los recursos financieros necesarios para acelerar los trabajos y además iniciar un programa que pueda dejar el río más operativo durante los tiempos difíciles”.

Manifestó que el próximo 11 de julio está prevista la reunión de la Comisión Mixta Paraguayo-Argentina del Río Paraná (Comipa), donde se tomarán decisiones sobre la situación del río y se analizarán las acciones inmediatas a implementar. “Tenemos que informar a la parte argentina de todo lo que hacemos y lo que queremos hacer, teniendo en cuenta que el río Paraná se maneja por esa comisión mixta”, aclaró.

El río bajó dos metros

“En el último mes, el río perdió dos metros de altura. La falta de lluvias en la cuenca alta augura que el fenómeno se prolongará, al menos, hasta agosto, e inclusive podría llegar hasta el mes de octubre”, sostuvo Ortega.

El director de la Marina Mercante recordó que “el Paraná se alimenta del aporte de lluvia de Brasil y Paraguay que cae en la cuenca misionero-paraguaya del río, lo que permitirá que el caudal se recupere un poco. Estamos a merced de la naturaleza”.

Señaló también que “en la enorme cuenca de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, el porcentaje de agua caída en esa región ha sido muy bajo, apenas unos eventos aislados”.

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