La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO) resalta el gran potencial de los biocombustibles para impulsar el desarrollo del país. En su informe mensual se destaca la importancia de agregar valor a las materias primas, con la idea clara de convertir nuestros granos en aceites, harinas y otros subproductos de la industria aceitera.
La cámara señala que también esos productos industrializados serían utilizados otra vez dentro del país, convirtiendo proteína vegetal en proteína animal, vendiendo un mayor volumen de aceites refinados a partir de las materias primas, usando subproductos en la producción de alimentos, productos de limpieza, cosméticos u otras industrias.
Una de las industrias que destacó el Gobierno en diferentes ocasiones y por otras instituciones, es la de tener un gran potencial para apuntalar el desarrollo económico del país con el de los biocombustibles, que podría no solamente cubrir una mayor parte de nuestra demanda interna de energía (con un producto más amigable con el ambiente) sino también podría ser un producto importante de exportación.
Siempre atendiendo a los datos elaborados por al CAPPRO, son los volúmenes que el país tiene potencial de producir y la creciente demanda internacional, generando en el proceso más y mejores puestos de trabajo y todo el círculo virtuoso que se genera gracias a nuevas industrias o a que las existentes aumenten su producción.
Un gran paso para la industria
El año pasado se dio un muy buen primer paso hacia generar las condiciones para que este sector se pueda ir consolidando, con el aumento del porcentaje de mezcla obligatorio del biodiesel, pero si no se procesa la oleaginosas para obtener aceites, las industrias de biocombustibles que están no tendrán el abastecimiento necesario para cubrir la demanda local, y mucho menos para pensar en expandirse a otros países, lo que reduciría la posibilidad de atraer más inversiones.
La industria paraguaya mantiene su potencial para posicionarse como un gran productor mundial de biocombustibles En 2023, con el aumento del porcentaje de mezcla obligatorio del biodiesel, pero si no procesamos nuestras oleaginosas para obtener aceites, las industrias de biocombustibles no tendrán el abastecimiento necesario.
Con una industria aceitera sólida, se podría llegar al triste escenario de exportar oleaginosas en estado natural e importar aceite de los países a los que le vendimos el grano.
El gremio advierte que para conseguir el potencial que tiene la cadena de valor agrícola será vital definir una política industrial que permita a las agroindustrias nacionales competir en igualdad de condiciones con los otros países en los que actualmente aprovecha nuestra producción, quedándose no solo con el valor agregado a los productos exportados, sino con la mano de obra y los beneficios adicionales que se generan al industrializar estos productos.
LEA TAMBIÉN: Exportaciones paraguayas aumentaron 15% en abril