Para que el sector de la industria creativa en Paraguay pueda seguir desarrollándose se necesita fortalecer la formación de capital humano, acceder a financiamiento específico, internacionalizar la producción, combatir la informalidad y diseñar y aplicar políticas públicas que la impulsen, coincidieron en señalar Edna Armendáriz, representante del Banco Interamericano de Desarrollo en Paraguay (BID); y Ricardo Arriola, director ejecutivo de la Federación de Industrias Creativas del Paraguay, quienes estuvieron invitados en Plaza Pública DENDE para analizar el tema “Las industrias creativas y la economía naranja. Sus infinitas oportunidades”, bajo la moderación de Yan Speranza.
Se estima que la industria creativa o economía naranja representa el 2,5 % del producto interno bruto (PIB) de América Latina, aunque en algunos países ya supera el 3 % del PIB. Si bien hay un déficit de información y de datos estadísticos actualizados, países como Argentina, Chile, Colombia y México entendieron la necesidad de medir el aporte de la industria creativa y desarrollaron un sistema denominado Cuentas Satélites de Cultura, para registrar la incidencia en la economía de cada uno de estos países.
Con apoyo del BID, en el 2021 se realizó en Colombia, el primer diálogo sobre políticas en industrias creativas de la región, donde se determinaron los desafíos que presenta el sector, relacionados con información, generación de datos, políticas de financiamiento, habilidades y la informalidad.
En Paraguay, si bien aún está en proceso de desarrollo la medición del sector, se estima que mueve alrededor de USD 1.000 millones, lo que representa el 2,5 % del PIB, y genera alrededor de 50.000 empleos en forma directa.
Los sectores con mayor visibilidad dentro de esta industria son el de videojuegos, con una exportación estimada de USD 1.650.000 de videojuegos producidos en Paraguay; el de software, de audiovisual, de música, publicitaria y editorial.
Ricardo Arriola señaló que uno de los grandes desafíos del sector es que las personas que crean contenido entiendan la importancia de registrar sus obras, para resguardar sus derechos de propiedad intelectual. A ello se suma la necesidad de tener un registro para saber cuántas personas están trabajando en este sector, para lo cual se necesita que la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) permita a un contribuyente inscribirse como desarrollador de videojuegos o desarrollador de software, por ejemplo.
Añadió que también hay un desafío compartido con la Dirección de Propiedad Intelectual (Dinapi), para lo cual se creó dentro de esta entidad la Dirección de Industrias Creativas y Folclore. En ese contexto, la Asociación de Desarrolladores de Videojuego inició una mesa de diálogo con la Dinapi, de manera a fijar los parámetros y procesos para registrar la producción de videojuegos.
La industria creativa también puede brindar su aporte en otros ámbitos del desarrollo nacional, por ejemplo, la educación, a través del diseño de videojuegos, contenidos audiovisuales, diseño o música que aporten creatividad para la enseñanza de materias como ciencias o matemáticas.
El directivo de la Federación indicó que mientras continúa el trabajo para implementar en nuestro país la Cuenta de Satélites de Cultura, en el 2018 se hizo un diagnóstico de la industria creativa que arrojó algunas recomendaciones y orientaciones para establecer políticas públicas y privadas. Al respecto, se fijaron tres prioridades: formación, financiamiento e internacionalización.
En materia de formación, hay necesidad de capacitación técnica específica, como, por ejemplo, camarógrafos. Por el lado del financiamiento, se necesita que la banca privada entienda la importancia de otorgar recursos para sectores como el audiovisual, respetando su ciclo comercial para que pueda devolver ese dinero recién después de haber estrenado la película o de que haya participado en festivales de cine internacionales. “Creo que ahí hay un rol muy importante que puede asumir la Agencia Financiera de Desarrollo, para dar respaldo a este tipo de productos”, afirmó.
Con respecto a la internacionalización, Arriola manifestó que aunque en Paraguay hay mucho talento y calidad para producir contenidos audiovisuales, por ejemplo, el sector debe entender la necesidad de mostrarse al mundo a través de rondas de negocios en el exterior de manera a poder captar inversionistas. A ello sumó la necesidad de invitar a inversionistas a conocer el país y mostrar lo que se está haciendo. “Tenemos la posibilidad, la capacidad y la calidad, lo que se necesita es ampliar las oportunidades para que eso ocurra”, agregó.
La Federación de Industrias Creativas del Paraguay es una organización civil sin fines de lucro que reúne a 13 organizaciones, como asociaciones, gremios y cámaras de la industria creativa, que pretende convertirse en interlocutor ante los demás estamentos de la sociedad, tanto público como privado, para poder generar oportunidades.
Para acompañar el crecimiento del sector, actualmente, la Federación trabaja tres acciones concretas. Se está trabajando con Sinafocal, que aprobó la habilitación de un Instituto de Formación y Capacitación Laboral en Industrias Creativas, para poder capacitar en estas habilidades. Para ello, se está en proceso de empezar siete cursos relacionados con el sector de los videojuegos.
En materia de financiación y la apertura de mercados a nivel local, en un espacio denominado el Laboratorio Creativo de la FIC, se presentó al Mitic un proyecto para que pueda financiar la creación de un catálogo de oferta y demanda del mercado laboral, que permita a las industrias creativas contactar con profesionales del sector, como diseñadores gráficos, por ejemplo.
Con respecto a la internacionalización, se está organizando el Mercado de Industrias Creativas en Paraguay Crea+Py, para el 17, 18 y 19 de noviembre en el Centro de Convenciones Mariscal, donde estarán alrededor de 30 invitados internacionales, con rondas de negocios y exposiciones para mostrar el potencial de las industrias creativas en Paraguay, quiénes están aliados, cómo se está trabajando y hacia dónde ir.
La primera edición realizada en el 2019 logró 560 reuniones en rondas de negocios y ahora se quiere duplicar esta cantidad. Para este evento están convocados colegios, universidades y profesionales del sector, de manera que haya un gran intercambio y se pueda potenciar el talento y creatividad.
Por su parte, el titular de DENDE, Alberto Acosta Garbarino señaló que la clase media, principal consumidora de la industria creativa, representa más del 50 % de la población mundial, mientras que en Paraguay representa casi el 40 % de la población. Recordó que según McKinsey Global Institute, el sector de la economía naranja, y específicamente el empleo vinculado a la tecnología, es el que va a crecer más en los próximos años.
Resaltó la importancia del sector, ya que es una economía que genera empleo y está vinculada a gente joven, emprendedora y con educación.
Entretanto, Edna Armendáriz mencionó que uno de los problemas de la industria creativa es la informalidad en el sector, que lleva a restringir algunas veces el acceso al crédito. En cuanto al desafío estructural de la educación, manifestó que dentro de la industria creativa hay habilidades que se pueden aprender de manera rápida, con programas como los bootcamps, con la ventaja de que los jóvenes tienen un rápido aprendizaje.
No obstante, manifestó que hay un rol importante de las universidades y del Estado en acompañar el desarrollo de la economía naranja, alineando su propuesta educativa con lo que requiere la industria creativa. Para ello se debe visualizar que si se quiere aumentar el aporte del 2,5 % del PIB actual a 6 % del PIB en 10 años, se debe determinar qué capital humano se necesita para producir y cómo se coordina con las universidades y centros técnicos la formación de ese capital humano. “El mundo está avanzando de manera muy rápida, nos vamos a tener que ir capacitando todo el tiempo y creo que eso puede ser factible para los jóvenes”, apuntó.
Finalmente, Yan Speranza indicó que hay oportunidades concretas en el sector, los empleos están ahí y se necesita más gente que se esté formando, para lo cual hay una política que tiene que desarrollarse en torno a esta industria. “Estamos con oportunidades infinitas en la economía naranja, ojalá lo sepamos aprovechar también en Paraguay”, aseguró.