A más de dos años del secuestro de Oscar Denis, ex vicepresidente de la república, las acciones del gobierno y los hechos revelan que poco se hizo para la investigación, búsqueda y rescate de los secuestrados en poder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Solamente hace unas semanas fue hallado el celular que pertenecía al ex vicepresidente casi en el mismo sitio donde se había producido el secuestro. Esto dejó en evidencia que el lugar no fue inspeccionado suficientemente luego del plagio.
Las hijas de Oscar Denis denunciaron en varias ocasiones esta falta de voluntad demostrada por las autoridades para investigar el secuestro.
“Somos testigos cada día de la incapacidad del Estado para garantizar el básico derecho de la libertad, de la falta de voluntad política por el retorno de papá, Edelio y Félix, de la indiferencia por parte de nuestras autoridades hacia el secuestro”, se habían quejado en un comunicado en octubre del año pasado.
Un año después, no hubo avances en la investigación y para empeorar, se reveló que funcionarios cercanos al presidente Mario Abdo Benítez, accedieron a informaciones sobre el posible paradero del exvicepresidente y lo pasaron por alto.
Tras el escándalo del ingreso del féretro del terrorista Osvaldo Villalba al penal del Buen Pastor, obedeciendo un pedido de la terrorista Carmen Villalba, fueron destituidos varios funcionarios, entre ellos, la que fuera coordinadora de Establecimientos Penitenciario de mujeres, Ana Dina Coronel.
Tras su destitución Coronel reveló que hace cinco meses había pasado un mensaje al ex ministro de Justicia, Edgar Olmedo, diciendo que los restos de Óscar Denis, se encontrarían en la comunidad indígena Mbokaja’i, departamento de Amambay y que Félix Urbieta se habría lanzado a un río.
Sin embargo, el ahora exministro Olmedo dijo que no hizo caso a estas informaciones porque la denunciante no certificó la fuente y que por eso consideró que no era una información seria.
El problema es que ninguno de los dos (Coronel y el ex ministro) estaban en condiciones legales de determinar la suficiencia o no de la información que les llegó. Ambos debieron comunicar a otras instancias como la fiscalía o la policía, organismos que deben determinar la relevancia de los datos.
La información sobre el posible paradero de los secuestrados también le fue revelada al actual ministro de Justicia, Daniel Benítez, quien irresponsablemente en principio negó haber recibido el dato, pero luego la misma ex funcionaria presentó copias de los mensajes enviados a Benítez.
El manejo absolutamente irresponsable de los dos funcionarios, sobre un tema tan sensible como es el secuestro, fue premiado por el presidente Mario Abdo Benítez, quien mantiene a Olmedo, como representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura y a Benítez, en el ministerio de Justicia.
El interés de Abdo Benítez es contar con un elemento leal dentro del Consejo, pues se avecina la selección de quienes deberán integrar la terna para el próximo titular de la Fiscalía General del Estado. Además, se encuentran en puertas las elecciones primarias de la ANR para el 2023.
Es evidente que la estrategia es enfriar el problema hasta que la opinión pública se olvide del caso y se pase a otro escándalo. Mientras sigue el vía crucis de las hijas del ex vicepresidente, así como de las familias de los otros secuestrados.