Centenares de personas fueron a despedir al dirigente más victorioso en el fútbol paraguayo, Osvaldo Domínguez Dibb. El ícono de nuestro fútbol recibió el último adiós en el Club Olimpia. La gente lo despedía en el CLUB y también rendía homenaje al campeón antes de cada partido del Torneo Apertura. El velatorio continúa en la mañana de este domingo hasta las 15, para luego ser inhumados sus restos.
Algunos dirigentes de otros clubes que fueron vistos en el velatorio fue el presidente de Boca Juniors, Juan Román Riquelme; y el presidente de Cerro, Juan José Zapag. También asistieron jugadores históricos del Club, como Rogelio Delgado, Alicio Solalinde y muchos otros que la época gloriosa de Olimpia. Se hizo presente, además, la barra del 79, que rindió homenaje a ODD.
Juan Román Riquelme saluda a los jugadores históricos del Olimpia durante el velatorio a ODD. Imagen: LN.
Nos dejó un gran referente de la dirigencia deportiva. Un dirigente con mayúsculas: Osvaldo Dominguez Dibb. El hombre que nunca esquivó las más difíciles empresas. Y que lo digan no solo los olimpistas o los amantes del futbol, deporte que más supo de su calidad de ejemplar líder y conductor con todos los títulos que alcanzó con el glorioso Decano.
De tantos buenos presidentes que tuvo esta institución, fue quizás el de mayor vocación polideportiva. Jamás olvidó su cuna y la supo honrar extendiendo su gestión a otras modalidades, que en su generoso y enorme corazón encontraron siempre un sitio donde hallar refugio los mal llamados deportes menores que para él, si fueron como mayores.
Olimpia no fue durante sus días de sabio timonel solamente futbol y multicampeón en el deporte más popular. También contaron con su respaldo: el baloncesto, el futbol de salón, la natación (deporte que abrazaron sus hijas Diana y Astrid), las bochas, el tenis, el boxeo que tuvo su gimnasio Vicente Scavone abierto para todos, no solo para los olimpistas. Apoyó incondicionalmente asimismo a su esposa Peggy en la gran tarea de impulsar las actividades de Olimpiadas Especiales, vio crecer y llegar a importantes instancias el ámbito internacional a uno de sus hijos (Alejandro) hoy presidente de CONMEBOL.
Dada su delicada situación de salud, Cristian, otro de sus vástagos, postergó sus aspiraciones de presidir al Decano.
El básquetbol, le debe dos grandes victorias en otros tantos dilatados e interminables juicios para recuperar el estadio Comuneros, que emprendió cuando le tocó ser presidente de la entidad nacional cestera y despues incluso, dandole continuidad con su empuje a la tarea por la recuperacioón de ese verdadeo templo del deporte acompañando desde afuera a otras directivas.
Se fue sin ver el sueño cumplido, el que encaminó pero no pudo ver concretado, ni en la época de Evanhy, cuando en el hotel de su propiedad se firmó el acuerdo de traspaso de propiedades que luego desautorizó la junta municipal y ultimamente ya en los actuales tiempos del gobierno comunal de Nenecho Rodriguez, que se cajoneó y tiende a morir en el mismo lugar donde priman por lo visto más los intereses sectoriales que el dar cumplimiento a dos fallos definitivos de la Corte Suprema de Justicia para restituir al deporte y al baloncesto, lo que injusamente se le despojó.
Tal vez la indiferencia de hoy y la aplicación de la ley por lo visto más efectiva que la propia Constitución Nacional (la del ñembotavy) seguirán rigiendo. Ya no está más ODD para pelear la batalla, que en su terreno la supo ganar.
