La trazabilidad de los productos del Mercosur no debe ser problema para la firma con la UE

La trazabilidad no es problema, es la herramienta para conquistar mercados competitivos. Asi informó el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, ante la consulta sobre una de las exigencias de la Unión Europea para la firma del acuerdo de libre comercio con el Mercosur. El gobierno resolvió este fin de semana organizar reuniones tanto con entidades públicas como con el sector productivo para preparar las negociaciones con la Unión Europea.

El ministro Giménez manifestó que la trazabilidad es una herramienta que permite acceder a los países a los mercados más exigentes, y que tenemos años de experiencia conquistando mercados como Estados Unidos y Canadá con herramientas similares del sector cárnico paraguayo, para la exportación de sus productos.

De esta manera, Giménez señaló que la exigencia de la UE sobre la trazabilidad de los productos del Mercosur no debe ser considerado como un problema para la firma del acuerdo. “Este es un proceso más. Estamos dando un paso importante hacia la firma de un convenio de cooperación técnica donde va a participar también el sector privado”, afirmó.

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Señaló que Paraguay ya cumple con las medidas ambientales, es un país sostenible y verde, con la energía más renovable del mundo. «Sin embargo, nos falta mejorar la medición de nuestros procesos. Nos faltan sistemas de trazabilidad. Ya tenemos la producción sostenible. Nos falta eso para poder ingresar. Y de eso se trata lo que estamos hablando hoy”, agregó el ministro.

Explicó que, con relación a las cuestiones técnicas y comerciales con la UE, se buscarán acuerdos razonables, en tanto aclaró que no se aceptarán condiciones que no sean favorables para el país. “Estamos discutiendo acá algo positivo, que es el Paraguay y la Unión Europea queriendo hacer comercio”, expresó.

La trazabilidad, una de las exigencias de la UE, es la capacidad de rastrear todos los procesos, desde la adquisición de materias primas hasta la producción, consumo y eliminación, para poder aclarar cuándo y dónde fue producido qué y por quién. La UE quiere monitorear todos los procesos de producción para cerrar el acuerdo de libre comercio con el Mercosur.

DÉCADAS DE NEGOCIACIONES

Las negociaciones Mercosur-Unión Europea llevan más de dos décadas, con el afán de concretar un acuerdo de libre comercio que involucra a 31 países, 720 millones de personas y aproximadamente el 20% de la economía mundial. De concretarse contempla entre otras cosas, la exención o reducción de impuestos de importación de bienes y servicios producidos en ambos bloques.

Sin embargo, en el 2019 como consecuencia de las deforestaciones practicadas en la Amazonia, los lídres europeos redactaron un anexo al borrador del acuerdo con nuevas exigencias ambientales. Esto también es objetado por los productores paraguayos, quienes califican las imposiciones planteadas como una pérdida de soberanía.

El presidente francés Emmanuel Macron ya había adelantado en diciembre del año pasado durante la Conferencia Mundial del Cambio Climático en Duabai, que se oponía al acuerdo por considerarla anticuado e incoherente con las políticas ambientales brasileñas.

Este fin de semana, el gobierno francés ratificó su rechazo al acuerdo con el Mercosur. Si esto sigue así, el acuerdo quedaría invalidado porque los 27 parlamentos de los Estados miembros de la UE tienen que dar su visto bueno para que pueda ser firmado. Mientras tanto, el Mercosur sigue trabajando para cumplir con los requisitos de la UE.