Francia da un portazo al acuerdo Unión Europea-Mercosur, según publica un medio alemán

Dos días después de que los cancilleres del Mercosur, en un encuentro en Asunción, diesen por sentado la disposición de sus países de avanzar en la negociación de los asuntos pendientes con la Unión Europea, con miras a concretar la firma de un acuerdo equilibrado «a la brevedad posible», Francia ratificó su posición en contra.

El primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció la determinación como parte de las medidas adoptadas para aplacar la protesta de los agricultores de su país que vienen manifestándose desde hace tiempo.

Attal refrendó este viernes la oposición de su país al acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur como una manera de calmar la revuelta de los agricultores franceses, que bloquea numerosas carreteras y autopistas descontentos con sus condiciones de vida, publicó el diario electrónico DW.

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«Como ya anunció el presidente de la República (Emmanuel Macron), Francia se opone a la firma del tratado del Mercosur. Lo digo alto y claro», dijo Attal ante un grupo de agricultores en una explotación ganadera en el departamento de Alto Garona (sur de Francia).

Las negociaciones Mercosur-Unión Europea llevan más de dos décadas, con el afán de concretar un acuerdo de libre comercio que involucra a 31 países, 720 millones de personas y aproximadamente el 20% de la economía mundial. De concretarse contempla entre otras cosas, la exención o reducción de impuestos de importación de bienes y servicios producidos en ambos bloques.

Brasil tiene un especial interés en concretar este acuerdo, ya que según estimaciones de los brasileños este tratado podría significar un aumento del PIB de Brasil de unos 68.000 millones de dólares en un periodo de 15 años.

Sin embargo, en el 2019 como consecuencia de las deforestaciones practicadas en la Amazonia, los lídres europeos redactaron un anexo al borrador del acuerdo con nuevas exigencias ambientales. Esto también es objetado por los productores paraguayos, quienes califican las imposiciones planteadas como una pérdida de soberanía.

El presidente francés Emmanuel Macron ya había adelantado en diciembre del año pasado durante la Conferencia Mundial del Cambio Climático en Duabai, que se oponía al acuerdo por considerarla anticuado e incoherente con las políticas ambientales brasileñas.

Ahora con este «portazo del Gobierno francés» este acuerdo quedaría invalidado porque los 27 parlamentos de los Estados miembros de la UE tienen que dar su visto bueno para que pueda ser firmado.