En las primeras horas de la madrugada de este lunes, aproximadamente 1.500 agentes de la Policía Nacional y 1.000 efectivos de las Fuerzas Armadas llevaron a cabo la «Operación Veneratio» en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, en lo que se ha convertido en la incursión policial-militar más grande de los últimos tiempos en Paraguay.
El objetivo declarado de la operación, según un comunicado del Ministerio de Justicia, era lograr la recuperación integral del control institucional en la penitenciaría y llegar al líder del grupo criminal conocido como «Clan Rotela», identificado como Armando Javier Rotela.
La acción buscaba erradicar los privilegios y potestades de las bandas criminales, así como lograr una mejor distribución de internos y fortalecer la presencia institucional y efectiva del Estado en un territorio parcialmente controlado por la criminalidad durante varios años.
Durante la incursión, se reportaron enfrentamientos entre las fuerzas interventoras y los reclusos, resultando al menos un uniformado herido, según las informaciones preliminares. Además, se observó una humareda que sugiere un aparente incendio dentro de las instalaciones de la prisión.
El líder del «Clan Rotela», Armando Javier Rotela, cumple una condena de 27 años en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. La operación buscaba sacarlo del lugar y recuperar el control total de la prisión.
Aunque al menos un agente de la Policía Nacional resultó herido y fue evacuado en ambulancia, no se dispone de información sobre heridos entre los internos hasta el momento.
El Ministerio de Justicia emitió un comunicado detallando la participación de fuerzas combinadas, incluyendo la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Ministerio del Interior, Ministerio de Defensa Nacional y la Secretaría Nacional de Inteligencia, entre otras instituciones estatales y civiles. Se estableció un cordón de seguridad alrededor del lugar, y se anunció que la prensa tendría acceso a un puesto de comunicación unificado.
Rodrigo Nicora, viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, reveló que existe un plan para trasladar a entre 600 y 700 internos de Tacumbú a otras penitenciarías, con el objetivo de redistribuir a personas o poblaciones que ejercen control dentro del penal. La operación continúa hasta la cancelación de las causas que la motivan, según las autoridades.
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