El Tribunal de Apelación del fuero penal, Especializado en Crimen Organizado, confirmó la prisión preventiva del pastor, José Insfrán Galeano, y a la jueza, Rosarito Montanía, como magistrada de su caso, luego de estudiar y resolver la apelación que había presentado la defensa del citado procesado por lavado de dinero y delitos económicos dentro del marco del Operativo A Ultranza Py.
La defensa de Insfrán había apelado la decisión de la jueza Montanía e incluso había pedido que se aparte del caso. Entonces, el expediente subió a Apelación. Allí, el Tribunal rechazó las presentaciones de Insfrán y ratificó a la magistrada @RosaritoMontan2 en el caso.
La jueza Montanía había ordenado la prisión preventiva del pastor José Insfrán bajo el fundamento de que Insfrán está acusado por la Fiscalía de un delito grave, y que hay peligro de fuga y de obstrucción a la investigación judicial.
De momento, Insfrán, hermano de “Tío Rico” (Miguel Ángel Insfrán, preso por supuesto narcotráfico) deberá permanecer encerrado por su presunto vínculo con el esquema de lavado de dinero que se investiga en el caso A Ultranza Py.
“Estuvo mucho tiempo en rebeldía, sabía y conocía que era requerido por la justicia y pese a ellos, recién ahora se presenta”, dijo la jueza Montanía dirigiéndose al acusado.
“Considero que, en atención al tipo de organizaciones criminales que le endilgan a Usted como parte, me hace presumir que tendría protección incluso de autoridades que podrían ayudarlo para fugarse, esconderse y no someterse a esta causa”, agregó la jueza.
Insfrán, está investigado por lavado de dinero en un caso donde también están involucrados el supuesto narco uruguayo Sebastián Marset y Miguel Ángel Insfrán, su propio hermano.
El pastor Insfrán, líder religioso de la Iglesia Avivamiento de Curuguaty, se había entregado el jueves 16 de noviembre pasado a la Justicia, luego de estar prófugo desde el año pasado. Su abogado, Daniel Lobo dijo a la prensa que la jueza debió apartarse del cargo por ser imparcial; pero en la audiencia, de entrada la magistrada le recordó que el pastor estaba prófugo sabiendo que la justicia requería su presencia, por lo que por su conducta merecía la prisión preventiva.