Antes de los intendentes de Karapa’i y María Antonia, y el ahora ex jefe de Gabinete del Ministerio de Agricultura y Ganadería, los “diplomáticos”, del estado inexistente de Kailaasa, ya habían embaucado a las autoridades de Newark, en Estados Unidos. Allí lograron hacer firmar al alcalde un acuerdo de amistad y hermanamiento.
Arnaldo Chamorro fue destituido del cargo de jefe de Gabinete, del Ministerio de Agricultura y Ganadería al hacerse público, que en octubre pasado había firmado un acuerdo con representantes de los Estados Unidos de Kailaasa. Los intendentes Luis Carlos Ledezma, del municipio de María Antonia, departamento de Paraguarí y Ezequiel Ayala, de Karapa’i, departamento de Canindeyú también firmaron acuerdos de hermanamiento con el polémico estado, creado por un gurú de origen indio, perseguido por la justicia y que tiene varias denuncias de abusos sexuales.
El controvertido líder espiritual fundador de Kailaasa se llama Arunachalam Rajasekaran, nacido en el estado de Tamil Nadu, en el sur de la India, en 1978. Este singular personaje que se cree Dios, más tarde adoptaría el nombre de Nithyananda.
Su historia, inicialmente marcada por experiencias espirituales a temprana edad, tomó un giro inesperado cuando fue acusado de abusos sexuales y fue perseguido por la justicia de su país natal. Desapareció para refugiarse supuestamente en Ecuador. Nadie sabe de su ubicación, pero su nación imaginaria tiene pasaporte e inclusive su propia moneda.
He aquí su historia:
A los 12 años, Arunachalan Rajasekaran supuestamente tuvo poderosas experiencias espirituales, y a los 22 afirmó haber alcanzado la iluminación, algo muy propio en la cultura de la India, donde la búsqueda de la trascendencia espiritual es una constante.
A los 24, se presentó públicamente como Nithyananda, un gurú más entre muchos, pero su carisma y conexiones lo catapultaron hacia el éxito. Con fuertes lazos en Estados Unidos, sus enseñanzas espirituales y las actividades de su organización, Nithyananda Dhyanapeetam, prosperaron, respaldadas inclusive por récords Guinness en yoga.
De la iluminación a las acusaciones
Sin embargo, la historia de Nithyananda se tornó turbia con acusaciones de violación por parte de una discípula. En junio de 2018, un tribunal de Karnataka (India) lo acusó de varios cargos, incluyendo violación, sexo antinatural y asociación ilícita. La serie documental «El culto que se llevó a mi hija», disponible en HBO, profundiza en sus controversias, mostrando una imagen de Nithyananda envuelto en acusaciones graves.
En noviembre de 2019, ante la inminencia de órdenes de captura, Nithyananda supuestamente abandonó la India. Circularon rumores que había emigrado a Ecuador, país que no tenía régimen de extradición con India. Fue por esa época, en un giro sorprendente, anunció la fundación de Kailaasa, un país soberano donde afirmó que estaría a salvo de las acusaciones en su contra. Supuestamente, este país imaginario estaba en una isla que habría comprado precisamente a Ecuador.
La extravagante historia no termina ahí. En febrero de 2023, una representante de Kailaasa participó en una reunión de la ONU, solicitando la «liberación inmediata del Máximo Pontífice del hinduismo».
A pesar de las acusaciones y la falta de reconocimiento internacional para Kailaasa, el equipo diplomático de Nithyananda logró también que Newark, una ciudad estadounidense, firmara un pacto de amistad y hermanamiento. En Estados Unidos, cuando saltó el escándalo, el acuerdo de hermanamiento fue cancelado.
Resulta más que llamativo, que autoridades paraguayas, que habitualmente someten a los ciudadanos a una serie de protocolos para recibirlos en una audiencia, hayan abierto las puertas con tanta facilidad a los emisarios de Kailaasa. Estas organizaciones seudo espirituales con líderes carismáticos, tienen miles de seguidores en el mundo, que financian sus actividades. Ante esto cabe la pregunta: ¿Que motivaciones tuvieron los funcionarios para tanta apertura con estos “representantes” y que llegaron hasta a firmar documentos oficiales?
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