El desborde de los afluentes del Tebicuary, está dejando cuantiosas pérdidas a los productores de arroz que dificultará el correcto crecimiento de las plantas. La dimensión ya está escalando a niveles irrecuperables y cerca de 1.600 puestos de trabajo corren peligro, debido a las altas pérdidas que esto acarreará en este sector agrícola.
Las últimas lluvias, han dejado en jaque a los productores de arroz del sur del país. En algunos casos, el nivel del caudal que llegó sin aviso desde el Tebicuary, superó al de las defensas que instalaron muchos productores para detener el avance de las aguas, que con las constantes precipitaciones, van superando las contenciones de los campos, que no necesitan de mucha agua para producir el cereal.
En conversación con la 1020 AM, Reinero Francom, vicepresidente de la Federación Paraguaya de Productores de Arroz, contabilizó aproximadamente 80.000 hectáreas comprometidas con el desborde de los cauces hídricos, lo que además podría perjudicar a unos 1.600 puestos de trabajo directo que emplea la producción de estos cereales en el sur del país.
Habló sobre que es un rubro que, si bien necesita agua en cantidad para que funcione, el exceso superó la medida justa que deben ser iguales a la del año 1983, que fue el año que se desbordó el Tebicuary con su crecida, inundando las parcelas de arroz, expresó el productor.
Recordó que la mayoría de los arroceros se ubican en la cuenca del río Tebicuary y si las aguas del río no bajan es muy poco lo que se puede hacer, con excepción a muchos productores que tienen sistemas de drenajes provisorios que ayudan a que el agua esté apta para el cultivo.
Pérdida de puestos laborales
El gran problema vendrá luego, cuando cerca de 1.600 personas, que dependen directamente de la producción, tengan que perder sus trabajos por culpa de la naturaleza. Este tipo de producción, está concebido para hacerlo de forma intensiva. Hay pequeñas familias que le dedican mucha mano de obra para hacer arroz. Sin embargo, ahora en los nuevos tiempos, se realiza de manera extensiva y con mucha tecnología, pero no deja de necesitar mucha mano de obra, explicó.
«Lo que resta ahora es esperar a que el río Paraguay, no llegue a sus niveles históricos, lo que de alguna forma ayude a que el Tebicuary se desagüe pronto y tenga menor impacto este desborde que ahora lo percibimos en esta zona», señaló finalmente.
