El problema no es el problema, como dice una música. El problema es que un juez se apartó en un juicio porque el abogado de una de las partes es su amigo. El caso pasó a una jueza que impugnó la inhibición. En consecuencia, el expediente fue a un Tribunal de Apelación que decidió rechazar esa impugnación. Así fue que varios magistrados estuvieron en un enredo que se originó en la amistad entre un juez y un abogado.
Lo que ocurrió fue que el juez, Humberto Otazú se inhibió de la causa abierta contra Iván Andrés Balbuena Ruíz Díaz, acusado por apropiarse de documentos de demandas judiciales que pertenecen a la empresa Finexpar. Allí intervino el abogado defensor, Juan Claudio Gaona, que sería el amigo del juez. Entonces, el juez se inhibió.
Cuando el expediente pasó a la jueza, Lici Sánchez, por inhibición de Otazú, la magistrada decidió impugnar la inhibición. No estuvo de acuerdo con lo que hizo su colega. Entonces, el caso subió al Tribunal de Apelación. Este Tribunal resolvió rechazar la impugnación de la doctora Lici Sánchez. El Tribunal dice que no corresponde impugnar.
Otazu, en su escrito, dijo que tuvo casos similares donde también se había inhibido. Ahora, la jueza Lici Sánchez tendrá que estudiar el caso.
Antecedente
La Fiscalía ya pidió al Juzgado de primera instancia que eleve la causa a juicio oral. Según el antecedente del caso, el 10 de junio de 2015, el abogado Iván Andrés Balbuena fue contratado por la empresa Finexpar SAECA para cobrar títulos de créditos vía judicial y se les entregó cheques y pagarés bajo recibo.
La Fiscalía sostiene que el abogado Balbuena quedó con 5 pagarés y 28 cheques cuyo valor sería como 825.701.439 guaraníes. Una auditoría interna de la empresa detectó que el abogado no hacía su trabajo y en los archivos no había ninguna constancia de devolución de los documentos originales. Por eso, decidió hacer la demanda contra el abogado Balbuena, defendido por Juan Claudio Gaona, amigo del juez Otazú.