El Ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, resaltó la trascendencia del presupuesto para el año 2024 para el futuro económico de Paraguay y enfatizó la importancia de mantener la disciplina presupuestaria y de evitar proyecciones de ingresos excesivamente optimistas que podrían poner en riesgo la estabilidad económica del país.
Fernández participó de la sesión de la Comisión Bicameral de Presupuesto donde defendió el presupuesto de la cartera a su cargo, pero también aprovechó para fererirse al presupuesto 2024. En ese sentido, destacó varios puntos cruciales que merecen la atención de los legisladores y la ciudadanía en general.
Uno de los aspectos fundamentales es la necesidad de converger hacia niveles razonables de déficit fiscal, tal como lo establece la Ley de Responsabilidad Fiscal del 1,5%. Puso como ejemplo el caso de Colombia, que perdió su Grado de Inversión, debido a la falta de claridad en su camino hacia la convergencia fiscal, para advertir sobre las consecuencias que pueden enfrentar los países si no mantienen una gestión fiscal responsable.
El presupuesto para el año 2024 es un tema de gran relevancia, no solo desde el punto de vista económico sino también en términos de la percepción del país frente a organismos multilaterales y calificadoras de riesgo.
Mencionó que actualmente, dos calificadoras de riesgo se encuentran en Paraguay evaluando la solidez del presupuesto y la responsabilidad de las instituciones.
La manera en que se maneje el presupuesto podría tener un impacto directo en la calificación crediticia de la nación, lo que, a su vez, afectaría las condiciones de financiamiento y la confianza de los inversionistas.
Otro aspecto resaltado por el Ministro Fernández Valdovinos es la importancia de mantener el gasto público bajo control. Durante su exposición, mencionó que se logró un ahorro significativo a través de la fusión de entidades gubernamentales y la reducción de direcciones generales. Sin embargo, subrayó que inflar el presupuesto con proyecciones de ingresos poco realistas podría socavar estos esfuerzos de eficiencia.
El Ministro fue directo al advertir que existe un límite en cuanto a la capacidad de recaudación del país, y si se infla el gasto de manera desproporcionada, podría resultar en un déficit insostenible que afectaría negativamente a la economía y a los ciudadanos. En este sentido, hizo un llamado a la cautela y a no elevar las proyecciones de ingresos de manera excesiva.
Es una historia repetida que el presupuesto presentado por el Ejecutivo finalmente termina siendo inflado en el Congreso, para responder a pedidos de sectores del funcionariado.