Terminaron las compras masivas de paraguayos en Clorinda. Los comerciantes sufren el duro golpe de los controles de la Aduana paraguaya y resignan a vender sus productos a los moradores locales. Escasos paraguayos caminaban por las calles de la ciudad.
Antes del nuevo gobierno, los carretilleros y paseros no descansaban. Ahora fácilmente se les encuentra sentados en alguna esquina esperando a algún comprador. Hay escaso movimiento, pocos compristas paraguayos, pese a que éstos antes concurrían allí los sábados en masa.
Los paseros se juntan en cada esquina demostrando que hay pocas ventas. «Esperamos tiempos mejores», dijo, a su vez, un comerciante resignado. (Foto: David Martinez).