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viernes, 22 de noviembre de 2024
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Peña habló de hidrovía ante la ONU y pidió construir el desarrollo «juntos y con respeto»

El presidente de Paraguay, Santiago Peña, propuso este martes ante los líderes del mundo seguir fortaleciendo el proceso de integración en Sudamérica y desarrollar el potencial de Latinoamérica «juntos y con respeto». El jefe de Estado hizo su primera intervención ante la asamblea de las Naciones Unidas en la noche de este martes. Uno de los temas fue la hidrovía.

«Uno de los principales objetivos estratégicos será contribuir a mejorar la integración regional. En ese sentido, gestionar la hidrovía, los acuíferos, el corredor bioceánico, las hidroeléctricas y la navegación de nuestros ríos son delicados procesos de equilibrio entre la integración y la soberanía de nuestros pueblos», indicó.

«Somos conscientes de los progresos logrados en el camino de la integración, pero no podemos estar satisfechos y debemos avanzar con coraje y determinación. Latinoamérica es la región del mundo con el mayor potencial de desarrollo, pero sólo podemos desarrollar ese potencial respetándonos, trabajando juntos y en armonía», señaló el jefe de Estado.

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“Hoy enfrentamos cuatro desafíos globales que generan tensiones geopolíticas: acceso al agua, seguridad alimentaria, suficiencia energética y resiliencia en las cadenas logísticas. Al ser Paraguay una potencia en estos grandes temas, estamos llamados a ser protagonistas en el concierto de las naciones”, destacó.

En otro momento, el presidente resaltó que el subsuelo paraguayo alberga la mayor reserva mundial de agua dulce, incluyendo el Acuífero Guaraní que compartimos con nuestros vecinos. “Paraguay es proveedor mundial de alimentos, siendo uno de los pocos países del mundo capaces de producir alimentos para alimentar a su población y a más de 100 millones de personas alrededor del mundo», indicó.

NUEVO IMPULSO A LA INTEGRACIÓN

«Paraguay aspira a convertirse en el centro logístico del Corredor Vial Bioceánico Sudamericano, lo cual convierte nuestra centralidad geográfica en una oportunidad y fortalece la integración con países vecinos y mercados del Pacífico. Por su intersección con la hidrovía Paraguay-Paraná, esta red multimodal se convertirá en la forma más competitiva de transportar productos de diferentes países a los puertos del Pacífico, facilitando consensos para la gestión de la navegación fluvial. Sin duda, dará un nuevo impulso al proceso de integración de Sudamérica y transformará la visión con la que resolvemos los conflictos que puedan surgir”, expresó.

En este punto, el mandatario recordó las palabras del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, Premio Cervantes, mencionando que: «Paraguay está decidido abandonar su antigua imagen de isla rodeada de tierra, siguiendo su vocación histórica, geográfica y cultural para convertirse en el centro de la integración sudamericana».

Por otra parte, indicó que existen «enfoques culturales» que debilitan la voluntad de cooperar. «La imposición de ciertas tendencias o enfoques culturales o ideológicas es percibida, no sin razón, como una interferencia en la soberanía y los valores nacionales, lo que erosiona la confianza y debilita la voluntad de cooperar en el ámbito multilateral».

PAÍSES DESARROLLADOS QUIEREN IMPONER RESTRICCIONES

Peña dirigió también un mensaje a los países desarrollados que quieren firmar convenio con Paraguay exigiéndolo medidas de medio ambiente, ante el perjuicio que ellos causaron al mismo.

«Las restricciones comerciales basadas en criterios como las prácticas agrícolas o los estándares medioambientales generan descontento e incertidumbre y son barreras injustas y discriminatorias ya que intentan extrapolar realidades de regiones altamente desarrolladas a territorios en vías de desarrollo, sin tener en cuenta sus diferencias ni valorar adecuadamente las propias prácticas de mitigación ambiental de estos territorios», afirmó.

«Esto implica que los países menos desarrollados tuvieran que asumir la responsabilidad de los daños ambientales causados por la industrialización en los siglos XIX y XX, cuando no existían medidas de mitigación, y tuvieran la obligación de hacerlo a expensas de renunciar a oportunidades de expansión comercial, generación de empleo y creación de riqueza», señaló.