La nueva ministra de Trabajo, Mónica Recalde, decidió eliminar el mando medio a través del cual se decidía la intervención de las empresas privadas. La decisión fue luego de que el presidente, Peña, haya informado, vía X, sobre la necesidad de evitar mecanismos de corrupción en la cartera de Trabajo. Al no delegar funciones, Recalde tendrá mayor responsabilidad en la institución.
Durante el anterior gobierno, el director de la Dirección General de Inspección y Fiscalización podía ejercer funciones de vigilancia, por notas de requerimiento o colacionados a los empleadores con la presentación de la documentación respectiva, en un plazo determinado, para verificar el cumplimiento de las normas laborales de salud y seguridad ocupacional.
En caso de que no se presenten los recaudos solicitados, el funcionario podía solicitar a la superioridad la respectiva orden de inspección para su diligenciamiento.
Ahora, la nueva directiva es que las órdenes de inspección para la verificación del cumplimiento de la normativa laboral, de la seguridad social y de salud y seguridad ocupacional a todas las empresas a nivel nacional, serán emitidas únicamente por la ministra y las documentaciones laborales de tenencia obligatoria no podrán ser requeridas a ninguna empresa a nivel nacional por notas, notificaciones, otros documentos o procedimiento que no sea en el marco de las actuaciones autorizadas por dicha orden.
La ministra Recalde, comentó vía X, que con la nueva resolución fueron establecidos “mecanismos de control más ágiles, transparentes y, por sobre todo, más eficientes, con el propósito de brindar una respuesta más acorde con las necesidades de la legislación laboral, como así también la protección a los trabajadores”.