Nicanor se va de Yacyretá, pero quedan sus huellas. Mirando su gestión, se puede afirmar que nunca hubiera estado en el máximo cargo en el lado paraguayo. Dejó una deuda que se debe contrastar con sus ingresos declarados e investigar porcentajes camufladas, derivadas para otro lado. Lo primero está a cargo de la Contraloría General de la República. Lo segundo es menester del Ministerio Público. En ambos casos, el seguimiento de las acciones están a cargo de las organizaciones civiles ciudadanas.
Todo el despropósito de su administración comenzó con el simulacro de concurso externo lanzado a fines del 2021. Este camuflaje no pasó de ser un mecanismo de blanqueo para las casi 500 personas que metió, literalmente por la ventana. Éste y otra suma de acciones en detrimento de los funcionarios, son los motivos que dejan a la institución no solamente superpoblada, sino desmoralizada y desmotivada. Hasta con planilleros vip.
Nunca le importó el Paraguay. Por eso, metió en el congelador la renegociación del Anexo C. Por qué? Hay indicios incluso, estamos detrás del documento, que rechazó la posibilidad de la Dirección Ejecutiva con Argentina. Por qué? Permitió, como si nada, que de los USD 18 millones mensuales, el gobierno de la dupla Fernández/Kirchner sólo entreguen USD 10 millomes. Por qué? Estas preguntas deben responder ante las instancias requeridas y que precisa el monitoreo ciudadano, como el de CIRD, que dice combatir la corrupción.
La gestión de Duarte Frutos al frente de Yacyretá es un caso emblemático para llevar a la práctica la recomendación del coordinador de Anticorrupción Global del Departamento de Estado, Richard Nephew, quien estuvo por el país en octubre pasado. Éste dejó en claro que la lucha contra la corrupción comienza, efectivamente, con la rendición de cuentas.
Nicanor debe justificar su paso por la Entidad Binacional. Su patrimonio constrastado es deber de la Contraloría. Igualmente, Delitos Económicos de la Fiscalía debe iniciar una investigación. La sociedad civil, por su lado, debe hacer su parte de manera activa y seria.
La promoción de la rendición de cuentas tiene que ser una realidad en la República del Paraguay.
