Un cuestionado funcionario, con actuaciones dudosas, se mantiene tranquilamente en Yacyretá, desempeñando funciones que nadie sabe a ciencia cierta cuáles son, gracias a la anuencia del director paraguayo Nicanor Duarte Frutos. Nos referimos a Raúl Silva, quien ha estado bajo sospecha debido a su posible participación en la compra de insumos chinos y en el caso de los tapabocas de oro. Según consta en el extracto del mes de junio, su salario mensual en Yacyretá es de 36.101.010 y en el mes de junio cobró por bonicación más de 43 millones de guaraníes, según consta en la planilla que se publica en esta página.
En medio de la pandemia del Covid-19, la figura de Raúl Silva en la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) se ha visto envuelta en la polémica. Su controvertido papel en la gestión de insumos médicos chinos y su permanencia en el cargo, a pesar de las denuncias en su contra, continúan llamando la atención. Resulta sorprendente que, pese a sus antecedentes, aún mantenga una posición estratégica dentro de la Binacional.
Raúl Silva, considerado un hombre influyente dentro de la EBY y con conexiones políticas, ha sido el centro de atención debido a su participación en la polémica compra de insumos médicos chinos destinados a la lucha contra el Covid-19. Junto a Édgar «Beto» Melgarejo, ex titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Silva habría gestionado un avión carguero para el clan Ferreira, propietario de las empresas Insumos Médicos e Imedic. Estas empresas obtuvieron millonarios contratos que generaron sospechas de irregularidades.
El entonces ministro de Salud, Julio Mazzoleni, reconoció la participación de Silva en las gestiones iniciales para la adquisición de productos médicos, aunque no pudo precisar en qué calidad lo hizo. Ni siquiera el director de Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos, quiso asumir la responsabilidad de las actuaciones de Silva en aquel entonces, argumentando que sus acciones en instancias clave durante la emergencia sanitaria fueron a título personal y no en representación del gobierno ni de la entidad.
Podríamos deducir, entonces, que Silva era una suerte de superfuncionario, con un estatus por encima del propio director de Yacyretá y de otros funcionarios gubernamentales. Esto se ve corroborado por su participación en las reuniones del Consejo de Defensa Nacional, presidido por el actual ministro del Interior, Federico González.
A pesar de las acusaciones y el escándalo, Silva se mantiene hasta la fecha en la EBY sin ocupar un cargo específico, y continúa percibiendo un salario mensual que supera los 43 millones de guaraníes, según se detalla en el extracto publicado en esta página. En algún momento, Silva también formó parte de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), en representación del Ministerio del Interior. Esta situación generó controversia, ya que no es funcionario de dicha institución, desafiando así la normativa que establece que dicho puesto debe ser ocupado por personal interno.
El presidente Mario Abdo Benítez, quien había sido cuestionado por mantener a Silva en su cargo, finalmente firmó en agosto de 2020 un decreto designando a Omar Rodrigo Mongelós González como reemplazo de Silva en la Conajzar. Esta decisión fue tomada en medio de críticas y denuncias.
La situación de Silva continúa en un limbo legal, mientras tanto, sigue siendo funcionario de Yacyretá y percibiendo un elevado salario mensual, con la aprobación del director paraguayo Duarte Frutos, que argumenta actualmente que la EBY se encuentra en un caos financiero.