El 11 de abril de 2019, Raquelina Ysabel Soria Olmedo es comisionada desde el Ministerio Público (léase: Fiscalía General del Estado) a la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) con una “gratificación especial de 10.000.000 de guaraníes”.
La resolución Nº 24.248 establecía el plazo de dicha medida administrativa desde 25 de febrero de 2019 al 31 de diciembre del mismo año. Sin embargo, inmediatamente después, el 6 de junio, siempre de 2019, es designada por Resolución N° 24.324 “en carácter de funcionaria permanente”, margen derecha, de la empresa en condominio con Argentina, asignándole la categoría G6.
En esa misma época, el funcionario Gustavo Máximo López Aquino da un salto cualitativo envidiable, a pesar de su escasa formación, en la escala salarial, pasando a la categoría de Personal Superior. A la fecha representa más de 97 millones de guaraníes, pues incluye también una rara compensación que, en el caso de algunos empleados, fue eliminándose en las últimas semanas.
El 18 de abril de 2023, Raquelina Ysabel Soria de López alcanza la apetecible categoría H6 dentro de Yacyretá. Ese mismo día, Trigidio Eulogio López, militar retirado contratado, es nombrado también en carácter permanente en la categoría D6. Gustavo Máximo y Trigidio Eulogio, según nuestro informante, son hermanos de padre y, ambos, cuñados de Raquelina Ysabel.
Lo que, a primera vista, parecería un caso de nepotismo, sin embargo, tiene el sello del precio por la impunidad. Porque se trata de la esposa y de los hermanos del juez Julián López, quien, en enero de 2019, desestimó la denuncia por enriquecimiento ilícito en contra de Nicanor Duarte Frutos, director saliente de Yacyretá, y que fuera formulada por el entonces integrante del Parlasur, Nelson Argaña.
La desestimación fue solicitada por el fiscal Anticorrupción, Rodrigo Estigarribia.
Duarte Frutos, cuya fortuna ahora será juzgada tras dejar el cargo por las vías legales, con su acostumbrado estilo de atropellar las instituciones por simples caprichos o para premiar a sus amigos y acreedores políticos, ni siquiera esperó un tiempo prudencial para nombrar a la esposa del juez que desestimó la denuncia.
El 4 de enero de 2019 Nicanor celebraba su “triunfo” judicial alegando que Argaña actuó con “mucha maldad y saña en contra de sus hijos” en una denuncia “llena de mentiras y de odios”.
A pesar de su proclamada “inocencia”, la esposa del magistrado, Raquelina Ysabel Soria de López, ya tenía condición de “comisionada” el 25 de febrero de ese año. En cuando a los hijos y yerno todavía queda mucha tela por cortar, publicar y denunciar. Definitivamente, parafraseando a Shakespeare: “Todo huele a podrido en Yacyretá”.