En medio de la incertidumbre que rodea las negociaciones entre Paraguay y Brasil sobre el Anexo C del Tratado de Itaipú, el gobierno brasileño ha dejado en claro que tiene definida una hoja de ruta para la renegociación. Según el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, Brasil pretende presentar un acuerdo «equilibrado» a principios de septiembre en lo que respecta a las condiciones de venta de energía eléctrica generada por la central hidroeléctrica de Itaipú, según publican medios brasileños.
«Creo que lograremos mantener Itaipú en el equilibrio que tiene hoy», afirmó el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, ministro a los periodistas después de participar en un evento en São Paulo, donde también se reunió participó de un encuentro con el presidente electo Santiago Peña.
Hay que considerar que “el equilibrio que se tiene hoy”, es absolutamente favorable al Brasi, en cuanto a la disposición del excedente de energía paraguaya, por la cual abona una irrisoria compensación.
En contrapartida por el lado de Paraguay, la situación es más compleja. Con un nuevo gobierno que asumirá el 15 de agosto, aún no se tiene claridad sobre cómo se abordarán las negociaciones con Brasil. Durante el gobierno saliente de Mario Abdo Benítez, se hizo poco para avanzar en la defensa de los intereses paraguayos en este tema, debido a los constantes cambios de cancilleres que afectaron la continuidad y el enfoque de las discusiones.
Mientras tanto, la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) ha logrado avances en su infraestructura eléctrica. La entrada en servicio e interconexión de la subestación Yguazú de 500 kV y la línea de transmisión de 500 kV Itaipú-Yguazú permiten completar la red de infraestructura necesaria para la eventual extracción del 100% de la energía que le corresponde a Paraguay en Itaipú Binacional.
Es importante destacar algunos datos numéricos relevantes que arrojan luz sobre la situación actual:
Paraguay dispone anualmente de aproximadamente 45 millones de megavatios/hora de energía limpia y renovable, en Itaipú. Se estima que Paraguay tiene un excedente de alrededor de 20 millones de megavatios/hora al año en la hidroeléctrica, que en el mejor de los casos tardará otra década en alcanzar la demanda local para su uso total.
Según el Anexo C del Tratado de Itaipú, Paraguay debe ceder su sobrante de energía a Brasil a cambio de una «compensación» arbitraria de aproximadamente 11 dólares el MWh.
Por su parte, la energía paraguaya le cuesta a Brasil unos 23 dólares el MWh, lo que contrasta con los precios en el mercado regional, que oscilan entre 100 y 400 dólares el MWh.
Estos datos revelan una situación desigual en la relación energética entre ambos países, donde Brasil ha adquirido la energía paraguaya a un costo menor y ha obtenido beneficios por los excedentes de energía durante 40 años.
El plazo establecido para la revisión del Anexo C se cumple el próximo 13 de agosto, lo que otorga una oportunidad crucial para que ambas naciones aborden estas desigualdades y busquen un acuerdo más justo y equitativo.
Brasil parece tener una postura definida, pero Paraguay, con un nuevo gobierno entrante, enfrenta el desafío de proteger sus intereses energéticos de manera más efectiva.