Dudas y silencios en Aduanas tras incautación de 10 toneladas de cocaína en Alemania

Llamativas actuaciones e inacciones tuvo el director Nacional de Aduanas de Paraguay, Julio Fernández Frutos, respecto a la incautación del cargamento de 10 toneladas de cocaína en el puerto de Hamburgo, Alemania. Las circunstancias que rodean este caso han levantado dudas sobre la posible complicidad de funcionarios y la ineficiencia en el manejo de los controles aduaneros.

Desde que la noticia se dio a conocer, han surgido diversos hechos que arrojan sombras sobre la gestión de Julio Fernández. Lo más llamativo fue que mucho antes de que la información llegue a la prensa, Fernández publicó sobre la incautación en su cuenta de Twitter, dando la impresión de que ya estaba al tanto de la situación y preocupado por el tema antes de que se hiciera público.

Otro hecho inquietante es que la Aduana nunca proporcionó el nombre o los nombres de los funcionarios encargados del escáner que permitió la salida de esta enorme cantidad de droga a Europa.

Siempre eludiendo o dando evasivas, la Aduana paraguaya inició supuestamente un sumario, pero la falta de transparencia y la negativa a dar información concreta aumentaron las sospechas, así como la negativa a proporcionar el o los nombres de los funcionarios involucrados.

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En declaraciones posteriores, Fernández mencionó que el funcionario a cargo del escáner podría haber sido inexperto, buscando desviar la responsabilidad hacia otros, lo cual resulta cuestionable dada la gravedad del caso. Siendo él el principal responsable de la institución y del manejo de los controles, se cuestiona cómo pudo permitirse tal fallo y qué medidas de seguridad y supervisión fueron implementadas.

Los escáneres para aduana fueron adquiridos o entregados en donación por embajadas extranjeras, después de las megaincautaciones de drogas embarcadas desde Paraguay hacia puertos europeos. En total se instalaron 10 escáneres y se realizó una millonaria inversión para dotar de estos equipos a los puertos.

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Ahora Julio Fernández sale a declarar que el funcionario responsable del control pudo haber dejado pasar nada más y nada menos que 10 toneladas de cocaína por “impericia”, es decir, que Fernández asume su irresponsabilidad al poner a funcionarios no calificados para la realización de una de las tareas para la cual el Estado Paraguayo y países amigos realizaron una multimillonaria inversión.

Pero lo más llamativo de todo el caso que envuelve a las 10 toneladas de drogas es que hasta el momento, además del supuesto sumario, la administración de Mario Abdo Benítez se mostró absolutamente benévola con los funcionarios de Aduana, y nadie fue destituido luego del escándalo.

Cuadro de incautaciones históricas:

El volumen de incautaciones récord de drogas provenientes de Paraguay en diferentes partes del mundo ha puesto al país bajo una lupa internacional. Se ha ganado la estigmatización como un facilitador del tráfico internacional de cocaína, y las instituciones gubernamentales han sido señaladas por su alarmante impunidad y actitud de «vista gorda» ante el narcotráfico.

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Paraguay se ha convertido en un punto clave de tránsito del narcotráfico, y las rutas aéreas, terrestres y fluviales se han transformado en vías donde el tráfico de drogas opera con total impunidad. La corrupción y la ineficiencia de los organismos de seguridad e investigación han permitido que las grandes mafias se fortalezcan en el país.

El gobierno actual, encabezado por Abdo Benítez, ha demostrado una preocupante pasividad ante esta grave situación, y los hechos violentos relacionados con el narcotráfico han aumentado, exponiendo la creciente influencia de las organizaciones delictivas transnacionales.

Investigaciones a pasos de tortuga

En este contexto, las investigaciones sobre el caso del cargamento de cocaína en Hamburgo han avanzado más rápido gracias al interés periodístico que a los organismos oficiales. Se ha revelado que las empresas paraguayas Nopal S.A. y Gerbera S.A. están siendo investigadas por su conexión con el envío de la carga de drogas incautada en Alemania. Además, se ha mencionado a Hugo Milciades Cabrera González, fallecido durante la pandemia, como uno de los compradores vinculados a la empresa que envió el cargamento.

El próximo gobierno, que asumirá el 15 de agosto, enfrentará el desafío de aplicar una política de mano dura para combatir el narcotráfico y revertir la pésima imagen internacional que tiene actualmente Paraguay. La colaboración entre las instituciones y un enfoque contundente contra la corrupción serán fundamentales para combatir este problema que afecta la seguridad interna del país y su reputación en el escenario internacional.