El inicio de un nuevo periodo parlamentario (2023/2028) siempre habrá de generar esperanza para la gente positiva. La incertidumbre estará presente en quiénes son más escépticos. Obviamente, el interrogante sobre la gestión del Congreso recién se irá aclarando con el correr del tiempo.
Por la tarea última de los que pasaron por las cámaras de Senadores y Diputados no hay mucho espacio para la ilusión hacia la buena tarea. Hoy vemos que algunos legisladores harán el recutu (Continuidad en el cargo), así como hay nuevas figuras que representan verdaderas incógnitas.
Sin embargo, hay un tema que rápidamente indicará el rostro del nuevo Congreso. Es lo que pueda hacer con relación a la cirugía mayor que se debe hacer dentro del Banco Central del Paraguay y la Superintendencia de Banco. Creemos que el Senado debe ser lúcido y rápido en cumplir su parte para la salida de José Cantero Sienra, del Banco Central del Paraguay.
La actuación de Cantero Sienra está plagada de malos manejos: Desde su función de juez y parte en un sumario a una empresa financiera privada, donde él era gerente general, como así también su relación indecorosa con el titular de la Superintendencia, Hernán Colmán, otro que debe volar de su puesto.
Decimos que el Senado debe ser diligente y rápido en el caso BCP, porque parece inviable la renuncia de Cantero Sienra. Él espera la mano complaciente del nuevo Congreso, eso sin que le importe la investigación que comenzó hacer la Contraloría General de la República sobre su gestión.
La Ley 489, Orgánica del BCP, enumera cuatro vías para la salida de Cantero Sienra: Es por fin de mandato, renuncia, mal desempeño o la comisión de delitos comunes. Para la renuncia se comunica al cuerpo parlamentario y en caso de mal desempeño y salida se requiere un previo acuerdo.
Como podrá verse, hay intervención de los legisladores para evitar mayor burocracia o sean una innecesaria traba para la salida de Cantero Sienra y Colmán. Por eso decimos, que la posición del nuevo Congreso sobre el Banco Central del Paraguay y la Superintendencia ya irá dibujando, rápidamente, el rostro que irá teniendo el Congreso de la Nación en el quinquenio 2023/2028.