JUEZ Y PARTE, EN EL BANCO CENTRAL DEL PARAGUAY (IX)
El Banco Central del Paraguay (BCP) se encuentra sumido en un escándalo sin precedentes que ha sacudido su imagen y ha puesto en entredicho su integridad. El presidente de la institución, José Cantero, y el director Fernando Filártiga están directamente implicados en graves irregularidades financieras.
Este escándalo se suma a una serie de problemas que han afectado al gobierno actual, caracterizado por su escasa seriedad en el manejo de las instituciones públicas y su constante cambio de ministros en carteras importantes.
El escándalo en el BCP estalló con la resolución N.º 7 del 8 de junio, en la cual se impone una fuerte multa a la entidad Interfisa Banco y a ocho ex directivos de la firma, tras un sumario administrativo iniciado en octubre de 2022. La Superintendencia de Bancos (SIB) presentó una denuncia en julio de ese mismo año, cuestionando falencias en la exposición de cuentas en el balance. Estas irregularidades datan desde 2016, cuando José Cantero se desempeñaba como gerente general de Interfisa antes de ingresar al BCP.
El presidente del BCP, José Cantero, decidió no apartarse del caso y firmó personalmente la resolución de multa, a pesar de tener un claro interés directo en el asunto, lo cual ha generado sospechas sobre su actuación. Según fuentes, Cantero habría cobrado sumas exorbitantes de dinero por resultados ficticios, beneficiándose económicamente con prácticas contables irregulares que ocultaban pérdidas.
Además, el director Fernando Filártiga, también implicado en el escándalo, se desempeñaba anteriormente como asesor legal de Interfisa Banco y formó parte del equipo encargado de investigar y sancionar a la entidad, lo cual ha generado críticas sobre su imparcialidad.
El papel de la Superintendencia de Bancos, encabezada por Hernán Colmán, también ha sido cuestionado. Colmán ha estado al frente de la supervisión del sistema financiero durante diez años, período en el que se han producido numerosas irregularidades y quiebras de entidades financieras.
Según fuentes internas del BCP, se habría esperado intencionalmente hasta 2022 para iniciar el sumario, aguardando la prescripción del periodo correspondiente a la gestión de Cantero. Esta situación habría generado malestar entre los demás directivos del BCP y parte del funcionariado, por el daño a la imagen de la institución que durante toda la transición trabajó en la construcción de una imagen de alta solvencia y confiabilidad.
El escándalo en el BCP ha provocado una profunda crisis interna y ha erosionado la confianza en la institución. Las tensiones dentro del Directorio del banco son evidentes debido a la desconfianza hacia Cantero y Filártiga, quienes habrían orquestado la multa al banco Interfisa, del cual ellos mismos formaban parte en el pasado. Otros involucrados en el escándalo son el inspector de la Superintendencia de Bancos, Julio Cristaldo, y la gerente Antonella Torio, quienes también habrían participado en el blanqueo a Cantero.
El deterioro institucional y la desconfianza en el Banco Central del Paraguay bajo el actual gobierno han alcanzado su punto más álgido con el escándalo de graves irregularidades financieras que involucra al presidente de la institución, José Cantero.
El actual gobierno se caracterizó por la escasa seriedad en el manejo institucional, con constantes cambios de ministros en carteras de suma trascendencia. Tal es el caso del ministerio de Relaciones Exteriores, donde en menos de cinco años se sucedieron cinco ministros, habiendo temas trascendentales para la República en el manejo de la política internacional.
Lo mismo aconteció con el Ministerio de Educación, que tiene a su cargo la transformación educativa y donde se cambiaron tres ministros uno de ellos ocupó el cargo exclusivamente como catapulta política para postularse a la vicepresidencia.
También en el Ministerio de Interior hubo seis cambios de ministro, siendo el tema de la seguridad uno de las preocupaciones más graves de la ciudadanía. De esta forma el gobierno que está de salida se caracterizó por las filtraciones selectivas, el revanchismo y el deterioro de las instituciones.