Un informe de la Contraloría General evaluó la gestión del programa Hambre Cero en 350 escuelas.
Aunque no se encontraron riesgos graves para la salud de los estudiantes, se identificaron fallas en la distribución, falta de infraestructura y empresas que incumplieron con la entrega de alimentos.
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Auditoría revela fallas estructurales y logísticas en Hambre Cero
La Contraloría General de la República presentó ante la Comisión de Cuentas y Control de la Administración Financiera del Estado los primeros resultados del año sobre la verificación del programa de alimentación escolar, conocido como Hambre Cero.
El contralor Camilo Benítez señaló que la auditoría se enfocó en 350 instituciones educativas distribuidas en distintas regiones del país.
El operativo de control fue aleatorio, sorpresivo y abarcó un 5 % del total de las 7000 escuelas beneficiadas. Según Benítez, el objetivo es ampliar el muestreo durante el año y alcanzar incluso el 10 %.
Estos fueron los hallazgos durante la inspección in situ
Entre los hallazgos más relevantes figura que en varias escuelas los niños no comieron, lo que representa una infracción grave al principio de universalidad que establece que todos los alumnos deben recibir alimentos a diario.
En algunos casos, la falta de comida se debió a que las empresas proveedoras no entregaron los insumos necesarios a tiempo, lo que impidió cocinar. Esa responsabilidad recae totalmente en las empresas y debe ser sancionada.
En otros casos, la falla se relaciona con datos desactualizados en el RUE (Registro Único del Estudiante), que provocó que se solicitara menor cantidad de alimentos de los realmente necesarios.
El contralor instó al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) a sincerar el RUE para asegurar que todos los niños reciban sus raciones.
La falta de actualización no permite responsabilizar a las empresas en esos casos, ya que entregaron los insumos conforme a lo solicitado.
Infraestructura y equipamiento insuficientes
Otro hallazgo relevante fue la ausencia de infraestructura adecuada en la mayoría de las escuelas visitadas. Muchas no cuentan con comedores ni utensilios básicos como platos o cubiertos, por lo que los alumnos deben comer en las aulas.
Sin embargo, no se hallaron alimentos en mal estado ni productos que pudieran afectar la salud de los estudiantes, lo que fue considerado un punto a favor del sistema actual.
Asistencia escolar aumentó y Asunción mejoró tras controles
Entre los aspectos positivos, el contralor destacó un aumento en la asistencia escolar y una alta satisfacción social con el programa en todo el país. En Asunción, los problemas identificados en una primera visita fueron corregidos.
Benítez remarcó que los controles permanentes permiten mejorar el servicio de manera progresiva.
También se mencionó la plataforma ciudadana Ñangareko, que permite a padres y miembros de la comunidad educativa denunciar o calificar el servicio de alimentación recibido.
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